La cínica corrupción
Ya falta poco para que, en Chiapas, nuestros “sacrificados gobernantes”, se suelten el pelo y empiecen a relucir como nuevos ricos, las inmensas riquezas que lograron acumular en los últimos seis años.
Sí, le recuerdo que el pastel tuvo ingredientes del rango de los 500 mil millones de pesos, que fueron “ejercidos” de acuerdo al interés de quien tuvo acceso a ellos, sin importar el perjudicar a los legítimos destinatarios de los mismos, que siguen esperando la ayuda que nunca llegó para sacarlos del atraso y del hambre.
Al concluir el 8 de diciembre próximo la Administración estatal de Manuel Velasco Coello, el sucesor Rutilio Escandón Cadenas encontrará un Chiapas minado socialmente a cada paso que de, porque los compromisos de campaña en 2012, firmados ante notarios públicos de todo el estado, no se han cumplido o han quedado a medias.
El gobernador electo venido de Venustiano Carranza, será inmediatamente objeto de justos reclamos ciudadanos, que confiaron en la palabra, en el discurso de quien al final de su período sexenal, ensoberbecido por el poder, se ha atrevido a violar la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, modificando acorde a sus poderosos intereses, la legislación estatal, con la complicidad de diputados maiceados millonariamente, para pedir licencia y asumir el cargo curulero plurinominal en el Senado de la República.
Y el colmo de todos los colmos, cuando una vez que le es tomada la protesta como legislador de la cámara alta, sus colegas de la “mayoría democrática” del Movimiento de Regeneración Nacional, violando la Carta Magna, le conceden licencia para que retorne a Chiapas como gobernador sustituto del sustituto, o sea del pelele el ex líder de la cámara de diputados local, el sin vergüenza de Willy Ochoa.
Impunidad total del mandatario que no quiso perder la posición de presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), desde la cual fungió como operador estrella para atraer millones de votos a favor de Andrés Manuel López Obrador, con la venia de su compadre el jefe del Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto.
Pero ahora resulta que, para Ripley, en Chiapas tenemos a un gobernante que es al mismo tiempo senador, lo cual definitivamente demuestra que los “morenos” y los “peñistas”, se pasan por el arco del triunfo el orden jurídico, sin importarles en lo más mínimo que atenten contra la Ley Suprema de México.
Ideay, pues ¿de qué se trata pues?
Y no que, según Enrique Peña Nieto y ahora Andrés Manuel López Obrador, la impunidad sería cosa del pasado.
Dice la vox populi que el poder, a los inteligentes los apendeja y a los pendejos los vuelve locos. ¿Será?
Pues viéndolo bien, los casos han sobrado y empiezan a sumarse otra vez rumbo al 2024, en un nuevo gobierno que por lo pronto, en el Poder Legislativo federal han empezado a hacer agua, bajo la batuta del deshonesto líder de la camada de senadores de Morena, el ex gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal Ávila, sí el mismo que a sus tres mujeres de mayor confianza en su equipo de trabajo, en el aeropuerto de Tapachula, agentes de la Procuraduría General de la República (PGR), les encontraron en su maleta dos millones de pesos en efectivo, cuando a bordo de un jet privado, pretendían viajar a la terminal aérea de Toluca.
Tanto las pasajeras Bennelly Jocabeth Hernández Ruedas, Lizeth Semenow Ayala y Sofía Olvera Castro), como la aeronave fueron aseguradas por los agentes federales, por aquellos días junio, en plena efervescencia electoral intermedia del año 2015.
El paquete con el dinero estaba etiquetado a nombre de Ricardo Monreal, de eso no hubo duda. Tan era cierto que motivó la preocupación extrema del zacatecano, ante el riesgo de tener encima una acción legar por dinero ilícito, de uno de los operadores claves de Andrés Manuel López Obrador.
Hace unas semanas, las redes sociales dieron cuenta de una grabación telefónica, combinada con imágenes de Monreal Ávila y Manuel Velasco Coello, en el que el ex mandatario norteño denotaba su extrema preocupación por la intercepción del dinerito cortesía del gobernador chiapaneco para sus menesteres personales.
Se escucha cuando trata que Monreal trata de “hermano” a Velasco y le suplica que no lo deje solo en la broncota que tenía encima, y de la que finalmente lo saca el “¨güero” con la autorización de su compadre el presidente Peña Nieto.
De otra manera, no hubiera sido posible que Ricardo Monreal Ávila haya salido sin ningún raspón, como tampoco sus “burritas” que le transportaban el billetote.
Sin mayor explicación, la PGR retiró los cargos y las “asistentes” del ahora plenipotenciario líder de los “morenos” en el Senado, no solamente fueron liberadas, sino que hasta se les pidió disculpas, mientras aquí, con todo y pena el que todavía manda ofreció a su “hermano” de Zacatecas, que le haría no solamente un monumento, sino hasta que una calzada de Tapachula lleve su nombre, como un acto de desagravio.
Impunidad total para Monreal Ávila, que pagaría y bien a su “hermano Manuel”, el favor recibido, autorizando junto con Andrés Manuel López Obrador, la licencia para regresar a “seguir gobernando a los chiapanecos”.
Y eso de seguir, quién sabe, porque lo que ahora hace es inaugurar obras llegando de improviso a las comunidades y prácticamente salir huyendo, luego de posar para la foto publicitaria, por el temor de ser abucheado o golpeado su carro por los lugareños, como ocurrió recientemente en Huitiupán.
Rutilio Escandón Cadenas, supone, más no sabe a ciencia cierta lo que le espera a partir del 8 de diciembre en que tome posesión.
Para empezar, necesitará las arcas, si no llenas, por lo menos para dar respuesta mínima y desfogar la inconformidad por las promesas incumplidas.
El problema es que ni eso habrá, porque las deudas que heredará serán descomunales. Para empezar el pago de dos mil millones de pesos por concepto de intereses de la deuda de más de 20 mil millones de pesos, más los abonos correspondientes a los empréstitos heredados por el compadre Juan de Manuel, a la que se agregarán otros 20 mil millones de pesos de adeudos de Sabines Guerrero a proveedores de servicios de empresarios diversos al gobierno estatal.
Dinero, para completar el pago de la obra pública inconclusa, que para empezar se supone que ya estaba etiquetada y que por lo mismo debería estar guardada en lugar seguro.
Reclamos justos a Rutilio, de los tuxtlecos hartos de promesas del último alcalde Fernando Castellanos Cal y Mayor, de arreglar las calles de Tuxtla, pero que por atender su carrera política como aspirante a gobernador y salvar con sus 320 mil votos el registro del Verde Ecologista como partido político, lo que obviamente implicó el desvío de recursos multimillonarios, que servirían para “cambiar la imagen de la vialidad de la capital estatal”.
Enojo también de los habitantes del valle de los conejos, por dar prioridad a la construcción de un nuevo libramiento –autopista-, de más de 40 kilómetros para “comunicar a Tuxtla con el aeropuerto, y no aplicar estos recursos a las destrozadas calles de la ciudad.
Mala calidad de la gran mayoría de las obras pagadas a un alto costo y con graves deficiencias, a menos de un año de haber sido remodeladas, como en Tapachula, el Teatro de la Ciudad, que tuvo un costo de 50 millones de pesos, y ya tiene filtraciones en el techo por el agua de la lluvia e incluso la pintura de la fachada que se encuentra en mal estado, además del mal funcionamiento del aire acondicionado y el costoso equipo de sonido contratado con una empresa de España.
Está también el parque de “los cerritos”, que padece deterioro por la pésima calidad de los materiales utilizados, por los que se pagaron cantidades elevadas, sin que haya habido la supervisión estricta obligada.
Muchas minas don Rutilio Escandón Cadenas, en su próximo gobierno. Ya lo veremos rascándose la cabeza cuando sepa que estará parado en un polvorín social.
SI NO QUE SE DEMUESTRE LO CONTRARIO
