Candidato amañados en Chiapas; vuelve Manuel Velasco Coello, para imponer sus condiciones
Chiapas se ha convertido en un verdadero chiquero, en el que el lodo lo reparte el cerdo mayor, por si no lo recuerda, el ex gobernador Manuel Velasco Coello, ése que en sus últimos días de gloria maniobró todo en 2018, con la ayuda del “cachanilla alquimista”, Amador Rodríguez Lozano, para que nuestro estado se alzara como uno de los primeros aportadores de votos para la causa de Andrés Manuel López Obrador y de refilón para los candidatos de su Movimiento de Regeneración nacional.
Todo un gran fraude en Chiapas, donde con el visto bueno de su compadre Enrique Peña Nieto, le dio toda la manga ancha para que desde la presidencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores, donde lo impuso como presidente, coordinara toda la operación electoral para favorecer al llamado “pejelagarto” tabasqueño, en su tercer intento por ganar la sucesión federal.
Hizo lo que se le dio la gana para acabar imponiendo candidatos de todos los partidos políticos, pero lo que más recuerdo es que hizo trizas al PRI, al apoderarse hasta de las posiciones, mediante el bloqueo total de sus aspirantes, tanto de diputados locales, federales, senadores y alcaldes.
Golpe bajo al tricolor que en 2012 lo hizo gobernador en alianza con el Verde Ecologista, al cerrarle la puerta para que no ocupara ningún escaño en el Senado, con la complicidad de los líderes del tricolor Enrique Ochoa Reza de julio de 2016 a mayo de 2018, y de René Juárez Cisneros, de mayo a julio de 2018.
Armado de todo un chiquero de este inquilino mayor, que hasta se daría el lujo de auto designarse gobernador con licencia para ocupar una curul en la cámara alta, tomar posesión como curulero, luego pedir permiso para regresar a “terminar su sexenio”, y volver a ocupar su espacio en el presupuesto legislativo.
Y como yo estoy acostumbrado a respaldarme en lo que escribo con hechos muy concretos, me parece importante recordar que en este cochinero organizado por el “güerito” corrupto, con la venia total de Peña Nieto, impondría a su lugarteniente Eduardo Ramírez Aguilar, como senador morenista, cual chaquetero de lo más corriente.
El autollamado “jaguar negro”, que suena como a apodo de sicario, que lo es actualmente de la política de la 4 Transformación, donde “el meme”, se ha encargado de encumbrarlo hasta las nubes pues por orden de AMLO fue nombrado presidente de la mesa directiva durante un año, y desde se deshace en elogios a su amo mayor López Obrador.
Chaquetero, porque siendo líder estatal del Verde y por consigna del “meme” Velasco Coello, despotricaba desde la tribuna pública partidista, contra el de Macuspana, calificándolo de mentiroso, demagogo y corrupto.
Lo mismo pensaba “Manuelito” como gobernador, pero se daría la transformación radical, una vez que “la mafia del poder” encabezada por Carlos Salinas de Gortari y con el presidente en turno Enrique Peña Nieto, decidieran darle la estafeta de la segunda alternancia a la “izquierda” que tenía como líder a López Obrador.
Vendría pues el cambio del cuento, al ordenarse no más ataques al tabasqueño y en cambio todo el apoyo partidista preferencia para Morena y sus tribus, el negocio del “peje” desde 2014.
Así como por arte de magia, AMLO es convertido en la máxima figura del firmamento político, en la que Velasco Coello se convierte en director de orquesta del chiquero, pues la jugada incluye al mismo PRI, para lo cual se destrozan en Campeche, los estatutos de militancia obligada para aspirantes a cargos de representación popular hasta presidente de la república, que abriría el paso a un candidato ajeno y desconocido, como lo fue el grisáceo José Antonio Meade Kuribreña, que nació para perder y para hacer comparsa al macuspanense.
Al que también le gusta que le llamen “zanja negra”, como si fuese miembro de alguna hermandad de malosos de su natal Comitán, donde el gran hacedor de vidas y haciendas, el famoso “tío Gil”, imponía a su gusto alcaldes y diputados con el poder de su dinero proveniente de fuentes perversas.
Ahí surgió a la vida política “lalito”, como presidente municipal para colarse después y colgarse de los brazos del “manuel”, quien se convirtió en su padrino para que fuera diputado local, líder del Congreso y dirigente estatal del Verde.
Todo un saltamontes y más cuando de “crítico de crítico”, se volvería corifeo y vasallo incondicional de Ricardo Monreal Dávila, líder de los morenistas en el Senado, a quien por recomendación de Velasco Coello “le hace un buen trabajo”, el cual es observado por López Obrador, quien dispone releve al zacatecano como presidente de la mesa directiva que termina en octubre de 2021.
Cargo que ya se le hace agua la boca al en mala hora gobernador de Chiapas, que cometería el grave error de ordenar la grabación en video, de los momentos en que uno de sus colaboradores más queridos, David León, entregaba en tiempos de campaña, dinero en efectivo del presupuesto chiapaneco, a Pío López Obrador, hermano de AMLO.
Chantajista como siempre lo ha sido, Velasco Coello sería llamado a cuentas por López Obrador, para que explicara lo ocurrido, sin que le diera una razón convincente, como la de que el encargado de este tipo de grabaciones era su jefe de Oficina, el “doctor” trinquetero y por lo mismo uno de los más corruptos de su equipo, Ramón Guzmán.
Junto con Eduardo Ramírez Aguilar, también impondría como senadora a Sasil de León Villard, una chaparrita cara bonita buena para nada, que llevaría tatuada en la frente su nuevo establo, el de Morena y que de paso nunca ha podido comprobar el manejo fraudulento de más de 680 millones de pesos del presupuesto asignado para el programa estatal de “empoderamiento de la mujer”, y que solamente sirvió para las pachangas organizadas por la ahora legisladora que le gusta salir en las fotos, ya no con “meme”, sino con el tocayo tabasqueño con complejos feudales.
Impunidad que defiende a capa y espada a la Sasil, que como premio ha recibido vacaciones de seis años en el Senado de la República, donde su presencia no va más allá de un cero a la izquierda, dada su incapacidad y poca inteligencia para la tarea legislativa, que le llegó gracias a su “papi manolo”.
Y es a tres años de su renuncia al gobierno del estado y a dos y media del actual, que el dinero encargado a Sasil para que lo aplicara a favor de acciones destinada a favorecer la participación de la mujer en la vida pública, no aparece, sin que al actual gobernador Rutilio Escandón Cadenas, parezca interesarle ordenar una investigación a fondo, que de ser transparente obligaría a emprender un juicio político a la senadorcita y cómplices, para desaforarla y enfrentar una acción legal obligada que no dudo la puede llevar a la cárcel.
Nunca pensó “el meme” que acumularía tanto poder, que le permitiría imponer un cuarto senador, como Noé Fernando Castañón Ramírez, que de simple diputado local salta a la senaduría, con lo cual por primera vez en la historia política de Chiapas, el PRI quedaba fuera del Senado de la República.
Saña de Manuel Velasco Coello, para hundir al priísmo chiapaneco, al que como gran elector y con la ayuda del “cachanilla alquimista”, cerró todos los espacios en el Congreso y en las alcaldías.
Está de vuelta y de qué manera, una vez que la conveniencia de López Obrador ha dejado en paz en estos momentos electoreros, la afrenta propinada por Velasco Coello, al exhibir a su hermano Pío “recibir dinero para la causa” de la campaña presidencial en 2018.
Ha estado y está detrás de Jorge Luis Lllaven, el ex fiscal de Escandón Cadenas, para los “palomeos” de los aspirantes, en la puesta en práctica de un plan perverso que pretende fortalecer al mismo tiempo a Morena y el Verde, éste último para no pierda su registro nacional.
Es la democracia chiapaneca, donde no importa ser coche sino trompudo en el chiquero político lleno de lodo y estiércol.
SI NO QUE SE DEMUESTRE LO CONTRARIO
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