Corrupción e impunidad, lastres del progreso
Los múltiples rezagos que tiene Chiapas, no pueden esperar más para que se resuelvan.
Para resolverlos, hay que combatir- primero l- a corrupción y la impunidad.
La corrupción y la impunidad están enraizadas en la administración pública estatal.
El gobierno local ha requerido de una serie de medidas para combatir esos males.
Con los recursos rescatados en el combate a la impunidad y la corrupción se llevan a cabo mayores programas sociales y obras públicas para el bienestar de los chiapanecos, en especial de los más pobres, que llevan años esperando una solución a sus demandas y rezagos .
El gobierno local hace muchas pequeñas obras de servicios básicos que mejoran el rostro citadino de las comunidades y elevan los índices de desarrollo humano.
El manejo transparente de los recursos financieros del erario ha permitido poner al día el programa de entrega de aparatos para movilidad asistida, los cuales son una gran ayuda para las personas que casi no tienen nada, y se logra incluso reinsertarlos a la vida laboral.
En el combate a la corrupción, el pueblo juega un rol importante, ya que a través de la contraloría social se vigila que los recursos financieros se apliquen en las obras, para que sean de buena calidad y duren al servicio de la gente.
El gobierno local pone énfasis en la inversión para el mantenimiento de hospitales, escuelas, carreteras, centros y canchas deportivos.
A la par, se destinan importantes recursos financieros para la preservación del patrimonio cultural y de los recursos naturales de la entidad.
El combate contra la corrupción y la impunidad requiere constantemente de ajustes, a fin de evitar fugas de dinero del erario.
Alcanzar la media nacional del desarrollo humano implica que no se debe distraer ni un solo peso.
Acabar la corrupción y la impunidad no es tarea fácil ni labor sencilla.
Se requiere - por supuesto- de una constante supervisión del propio Rutilio Escandón Cadenas, quien pone en acción los requerimientos, en favor de los chiapanecos más necesitados.
Se trata de una tarea que no permite que se distraigan ni esfuerzo humano ni recurso financiero alguno.
La meta es acabar con la corrupción y la impunidad, dos lastres para el progreso de Chiapas.
En fin
EL DIVÁN
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