El gobierno de Chiapas está lleno de funcionarios cínicos y bribones.
Como muestra de esta conducta permisiva, ayer se vivieron dos sucesos:
Uno, la autopensión otorgada al secretario de gobierno que duró minutos.
La otra, los excesos infames del culto a la personalidad de Enoc Hernández,
quien en San Fernando, a una vialidad le ponen el nombre de su padre.
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