No hay nada peor que una política de silencio e indiferencia hacia el dolor.
Y eso lo práctica no sólo el gobierno de Chiapas sino el nuevo Congreso Local.
Guardaron silencio e indiferencia ante el dolor de los desplazados de Chenalhó.
A quienes se les está condenando a la pérdida de identidad y al abandono social.
DOXA1486
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