Es lamentable que la Comisión Estatal de Derechos Humanos,
que debe ser un organismo garante goce del desprestigio que tiene.
Esto se debe fundamentalmente al papel que desempeñan sus presidentes,
que en aras de una posición se convierten en cómplices de violaciones a derechos.
Y son comparsas de las autoridades y omisas en el cumplimiento de sus responsabilidades.
DOXA2551
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