En el gobierno hay una pobre idea sobre la impartición de justicia.
Por ello se designó a Rutilio Escandón como presidente del Tribunal.
Y ahora pretenden imponer a un personaje igual de pusilánime.
Juan Óscar Trinidad es un mal presidente de la comisión de derechos humanos
y la sola pretensión de colocarlo en el tribunal resulta en sí vergonzante.
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