El nuevo gobernador

Editorial
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La historia escribió Carlos Marx se repite dos veces, la primera como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa. Chiapas, en menos de doce años conoció las dos partes de la historia. Tuvo una tragedia con el gobierno de Juan Sabines y luego vino la miserable farsa con el gobierno de Manuel Velasco.

 

Sabines y Velasco representan lo peor que ha gobernado Chiapas y ambos parece que tomaron los mismos cursos en cinismo, corrupción y perversidad política, pues pese al desastre de gobierno que ejercieron, al final obtuvieron la tan ansiada inmunidad. Uno recibió el premio como cónsul en Florida y el otro, pese a todas las violaciones a la ley, en cualquier momento lo designan como candidato al senado.

En estas circunstancias Chiapas continuará con gobiernos que se comporten como tragedia o como farsa. Al respecto, Manuel Velasco dejó listo a dos candidatos que cumplen fielmente con esta tradición. Rutilio Escandón que sería una tragedia para Chiapas, y a la vez, a Fernando Castellanos Cal y Mayor que representa la miserable farsa.

Con el triunfo de cualquiera de estos dos candidatos, el futuro de Chiapas está cancelado, pues ambos representan la coprocracia de gobierno que dejó instalado Manuel Velasco en la entidad.

En las elecciones del próximo domingo el fraude ya está maquinado. Difícilmente Manuel Velasco va a perder las elecciones, a pesar del desprestigio personal que tiene y del deterioro que hay en el gobierno. Y puede ganar las elecciones no por talento político o porque sea un gran estratega sino porque de manera inescrupulosa maneja los recursos públicos y se sabe mover en el lodazal de la corrupción, además porque es propenso a la traición.

El camino al senado no está del todo asegurado. Tiene que pasar por el matiz de la legalidad y esa la puede salvar corrompiendo a los magistrados como ya lo hizo en el 2015 y lo repitió en la candidatura de Fernando Castellanos, pero también debe brincar las barreras electorales, es decir el partido verde debe sacar más de cuatro millones de votos para que  pueda llegar al senado la primer y segunda fórmula plurinominal y eso reviste una serie dificultad, en virtud de que los votos del verde sólo pueden provenir de Chiapas y aquí la línea que tiró Manuel Velasco es que los partidos que están bajo su control . El verde, Mover a Chiapas y Chiapas Unido- van a votar para la presidencia de la república por López Obrador  y la alianza PRI-VERDE en Chiapas prácticamente no tiene candidatos al senado.

Esto limita las posibilidades de llegar al senado, porque el acuerdo de Manuel Velasco con AMLO, es el de otorgarle un millón y medio de votos a MORENA en Chiapas.

En las cuentas alegres de votos, los operadores de Manuel Velasco sólo se fijan en las sumas y dejaron de lado las restas y allí se encuentra el mayor problema para las aspiraciones de inmunidad que persigue Velasco Coello. Sobre todo porque en las restas está la violencia que se está presentando en varios municipios en Chiapas, en el que aún no hay pérdidas humanas, pero en el que se prevé que después de las elecciones el nivel de enfrentamiento sea mayor y finalmente Manuel Velasco tendrá que hacerse responsable del desastre social, que irresponsablemente él construyó en Chiapas.