La pérdida de sentido de la política en Chiapas, alimenta el desencanto y ocasiona discusiones en donde se pierde de vista lo que en verdad es importante. Esta reflexión viene al caso, porque ahora que salen a la luz pública las irregularidades y abusos electorales cometidos por el gobernador, como el de sacrificar la representación indígena en aras de impulsar a incondicionales, se pierde de vista en que eso sólo fue posible por los acuerdos que Velasco Coello operó tanto con el presidente Peña Nieto como con el partido MORENA y su candidato, lo que significa que hubo un proceso electoral dirigido.
Eso resulta más claro con el triunfo de la mayoría de las presidencias municipales por el partido verde, en el que si se le suma los ayuntamientos ganados por los partidos satélites del gobierno, se puede observar que son más de 80 municipios los que quedaron en manos del grupo dominante. La misma situación se presenta en la supuesta mayoría de MORENA en el Congreso Local en virtud de que la mayoría de los diputados que ganaron tienen el sello del partido verde.
Por eso el gobernador guardó los distritos indígenas para sus colaboradores, porque allí tenía la certeza en que esos distritos electorales iban a ser ganables a través de la alianza del PRI con el verde, como finalmente sucedió.
Sin embargo los abusos en los que se incurrió, son muestras claras de ilícitos que debieran ser constitutivos de delitos, en virtud de que existe la presunción de que se presentaron documentos falsos, y de que es posible, que los comisariados ejidales que firmaron la documentación que acredita a los empleados del gobernador como ejidatarios y que valide la residencia de éstos en el distrito electoral no existen, lo que significa que hubo una usurpación de personas y presentación de documentos apócrifos.
El triunfo de Roberto Rubio ya fue resuelto por el tribunal de Xalapa como improcedente por lo que resulta inválida la entrega de la constancia de mayoría que le hiciera la vocalía del distrito del INE. En el caso de Humberto Pedrero, el asunto aún no lo resuelve el tribunal, pero existe la posibilidad de que el recurso interpuesto por la alianza PES-MORENA sea declarada improcedente, por haberse presentado de manera extemporánea.
La falta de representación indígena chiapaneca en el Congreso de la Unión es grave, pues se están violando los derechos políticos de este importante sector de población en la entidad y el responsable de esa violación tiene nombre y apellido: Manuel Velasco Coello, quien es el que maquinó y operó los resultados electorales que se tuvieron en la entidad.
La presunta existencia de documentos apócrifos y la usurpación de personas para la comprobación de la residencia de los candidatos favorecidos por el gobernador, mismos que fueron presentados ante una autoridad federal como es el INE, abre la posibilidad para iniciar el juicio político a Manuel Velasco Coello, por delitos electorales cometidos en el proceso electoral del pasado 1 de julio.
