El caos que se hereda

Editorial
Typography

La situación de Chiapas no puede ser más caótica de lo que está, pues en este momento no sólo existe una sociedad fragmentada sino que está polarizada y en muchas comunidades con una población confrontada, lo que implica un gran esfuerzo para implementar un cultura de paz, que abra las posibilidades de convivencia en el mismo espacio del territorio..

 

Este caos social tiene como antecedente un conjunto diverso de demandas insatisfechas y un deficiente manejo presupuestal, en el que durante una década se ha venido realizando un gasto sin resultados y sin mejora de las condiciones de vida de la población, a punto tal de que existe una sobrecarga de demandas al gobierno y poca capacidad presupuestal para resolver las problemáticas que se presentan.

El abandono que hay del gobierno produce una inacción política, pero también genera malestar e impotencia, lo que influye en la violencia que se presenta en algunas manifestaciones o acciones de lucha. Por ello la atención del nuevo gobierno debiera concentrarse en tres acciones para mejorar la gobernabilidad, mismas que deben construirse antes del inicio de la nueva administración.

El primero es la definición del gabinete. Aquí, a diferencia de otras situaciones, el gobernador electo no puede equivocarse. La definición de los funcionarios debe ser escrupulosa, en el que no debe de haber dudas sobre el conocimiento, capacidad y compromiso social en cada una de las designaciones que se realicen para. Una mala decisión en los nombramientos para las distintas secretarías y se corre el riesgo de un derrumbe de las expectativas que se vienen generando.

La segunda acción relevante es el plan de gobierno. Aquí debe haber un diagnóstico preciso de las causas y consecuencias de la problemática de la entidad, que permita definir e implementar políticas y acciones de gobierno eficaces. Al respecto, en el plan de gobierno existe una incertidumbre, en virtud de que se dejó en manos de las universidades su diseño, sin que exista en ellas un liderazgo académico intelectual, pero peor aún, las universidades son las que necesitan apoyo para autorreformarse y formar no solo buenos profesionistas sino mejores ciudadanos.

Por último, Chiapas requiere de un gobierno que tome decisiones desde el primer minuto, pero si no se tiene un gabinete con estatura y un plan de gobierno que atienda los problemas que deben de atenderse, difícilmente se va a poder el tipo de gobierno que se espera.

En el Estado, después de doce años de despilfarro y decisiones ineficaces, remontar el desastre social que se hereda, las problemáticas no se van resolver en los próximos seis años, sobre todo porque lo que camina mal no puede enderezarse de un día para otro, pero es urgente y necesario que en los próximos años se establezcan las bases para construir un nuevo destino para Chiapas, algo que debe ser la más alta responsabilidad del próximo gobierno, quien deberá construir condiciones de convivencia en donde hoy predomina el caos.