El desprecio que los distintos gobiernos en Chiapas le han tenido a la UNACH se continúa reproduciendo. La lista de registro de los aspirantes a rector así lo demuestra, pues en ella destacan personajes, que con la sola intención de soñar con la rectoría, ofenden el trabajo académico en la universidad.
De los personajes externos que se mencionaron para la universidad, finalmente sólo uno se inscribió. Paradójicamente ese uno es el más involucrado con los juegos perversos de Jesús Agustín Velasco Siles, tío del gobernador, que representa el verdadero poder en la universidad, situación que despierta la especulación de que éste es el que terminará siendo el elegido.
Sorprende que sus aduladores señalen que cumplió en tiempo y forma con todos los requisitos de la convocatoria, cuando a todas luces este oscuro personaje no cumple con el perfil para ser el rector de la institución: carece de experiencia académica y del principio de honradez, requisitos que se establecen en la convocatoria.
La credibilidad de la Junta de Gobierno se va a poner a prueba en la revisión de la documentación presentada, lo que va a permitir la verificación del cumplimiento de los requisitos, y en ese momento, más de uno de los candidatos van a ser declarados inelegibles, entre ellos el único candidato externo, pues no tiene experiencia académica alguna.
En el caso en que la Junta de Gobierno no elimine a los aspirantes que incumplen con los términos de la convocatoria, todo el proceso quedará viciado en virtud de que se estarían validado ilegalidades. Por el contrario, la aplicación estricta de la normatividad le daría calidad moral a la Junta de Gobierno en la designación del nuevo rector de la UNACH.
El proceso que se preveía complicado se puede resolver sin contratiempos, si la Junta se mantiene en el marco de la legalidad y no en el de las presiones políticas. Pues a todas luces parece obvio que tanto Jesús Agustín Velasco como el rector Carlos Eugenio Ruíz Hernández, están jugando con varios candidatos y van a buscar influir en la decisión de los miembros de la Junta de Gobierno.
Si los miembros de la Junta de Gobierno se mantienen a la altura de las circunstancias y se privilegia la vida universitaria, entonces se estaría en una condición en el que se dignifica el trabajo académico y se envía un mensaje claro de defensa de la autonomía universitaria. Pero además se estaría también en una circunstancia en que la responsabilidad de la rectoría recaería en un docente universitario.
La dignificación de la universidad es importante porque ante decisiones de mandar a registrarse a personajes que denigran a la universidad y cuya experiencia profesional representan el lado contrario de la honradez y la honorabilidad, los miembros de la comunidad universitaria no pueden permanecer inmóviles, ante la destrucción de la universidad que se viene dando.
