En Chiapas nadie está por encima de la ley ni al margen de ésta

Editorial
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En días pasados en un boletín de prensa el gobernador Rutilio Escandón señaló: “En Chiapas nadie está por encima de la ley ni al margen de ésta”, el comentario no pudo ser más desafortunado porque en Chiapas no existe el Estado de derecho y por ello la ley se aplica selectivamente y en muchos casos ni siquiera se aplica.

Por ejemplo, la ley no se aplica a los grupos paramilitares que son promotores de violencia y de violaciones a derechos humanos, propician despojos de tierras, quema de cosechas, desalojos de vivienda y expulsiones forzadas de población en la impunidad total. En Chiapas hay más de 80 mil desplazados  viviendo en la miseria y sin los apoyos que el Estado Mexicano está obligado a proporcionar y a la fecha no hay ningún caso judicializado sobre la actividad paramilitar.

Pero los grupos paramilitares no sólo son protegidos en los pueblos indígenas, también tienen protección en Tuxtla Gutiérrez, ejemplo de ello es la protección gubernamental que tiene la MOCRI EZ ; organismo que se pensó iba a quedar en la orfandad a la conclusión del anterior gobierno pero no es así, porque nuevamente tiene la protección de la secretaría de gobierno y específicamente de Ismael Brito Mazariegos.

El gobernador Rutilio Escandón, con el mismo discurso demagógico de los gobiernos priistas cree que con su sola presencia en Chiapas se va a acabar la impunidad y “nadie va a estar por encima de la ley”, cuando en realidad es el propio gobernante el promotor de las ilegalidades cuando realiza ceremonias para liberar presos sentenciados a través de una mesa de reconciliación que es inconstitucional e inconvencional. Lo grave es que a través de esa mesa se han liberado asesinos y secuestradores reproduciendo con ello mecanismos de impunidad, que se contraponen al espíritu del Estado de derecho que debiera de existir en una sociedad que se pregona democrática.

El gobernador no tiene discurso y ese problema se acentúa por la falta de una política de medios, que lo hace ver con más limitaciones de las que aparenta. Asegurar que en Chiapas nadie está por encima de la ley, cuando no hay seguridad, no hay justicia, no hay gobernabilidad y los derechos humanos se violan sistemática y generalizadamente resultan una ofensa o una burla a la población chiapaneca.

Los problemas de gobernabilidad, de inseguridad, de inaplicación de la ley y de violación a derechos humanos se vivieron de manera simultánea el día de ayer, con el bloqueo del puente en Chiapa de Corzo, por pobladores de Simojovel, Huitiupán y Bochil, quienes protestaban porque el Estado no ha intervenido para poner fin a los bloqueos de la carretera que desde varios meses realizan pobladores del municipio de El Bosque, que exigen cumplimiento a las demandas de recursos.

Lo significativo de este evento, es que la toma del puente fue anunciada con varios días de anticipación y ninguna autoridad tomó las previsiones del caso para establecer una mesa de negociación y neutralizar o desestimular el cierre de la entrada de Tuxtla Gutiérrez.

La inoperancia de la secretaría de gobierno con Rutilio Escandón es exactamente la misma de los tiempos de Juan Carlos Gómez Aranda y de Mario Carlos Culebro en el gobierno anterior, en el que los problemas se dejan crecer y nadie resuelve los conflictos.

Chiapas viene de una historia de 12 años de gobiernos malogrados, pero desde ahora se perciben condiciones en que el gobierno de Rutilio Escandón va a ser peor que el de sus antecesores.