Las incongruencias del gobierno

Editorial
Typography

Ayer empezaron a colocar en las paredes de los puentes del libramiento norte, espectaculares de publicidad de los cien primeros días de gobierno. La campaña no puede resultar más desafortunada, porque aparte de que imita al malogrado gobierno de Manuel Velasco Coello en el despilfarro publicitario, echa por tierra, además, el discurso de la austeridad, con que se pretende justificar los programas de recorte presupuestal y de despido de trabajadores que se viene implementando.

El difundir supuestos logros de los primeros cien días de gobierno resulta insultante, primero, por la falsedad de algunos mensajes y segundo, porque no existen logros para presumir.

Por ejemplo, se pretende difundir como logro un supuesto ahorro de 70 millones de pesos por el retiro de guardias y vigilancia personal de funcionarios y exfuncionarios. Ese mensaje no puede ser más absurdo en virtud de que ese ahorro es inexistente porque el personal policíaco continúa cobrando. 

El gobierno de Rutilio Escandón tiene muchas incongruencias, entre ellas sobresale su discurso político y la ausencia de una política de medios. En concreto, el gobernador no está comunicando adecuadamente. Y el estilo de lo que se pretende difundir, es una copia barata de lo que comúnmente se hacía en los gobiernos priistas y del verde en Chiapas, en el que se parte de la idea de que se gobierna en los medios.

Lo preocupante de esta ausencia real de gobierno es que los problemas se vienen acumulando y en cualquier momento se agudizan, sobre todo en las actividades del campo, donde la temporada de lluvias tiene fecha de inicio y antes de ella el gobierno debe de distribuir apoyos e insumos agrícolas a cientos de miles de productores y a la fecha no se percibe ninguna actividad que indique que se están licitando.

Ese problema ya estalló en entidades como Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, y en Chiapas no tarda en presentarse, pero el gobernador del Estado, como no conoce los tiempos y las problemáticas de la entidad, no se ha dado cuenta del clima explosivo que se viene gestando por la ineficacia y el desconocimiento que hay en las dependencias encargadas de canalizar los apoyos al campo.

A esta situación se agrega la ausencia de un responsable en la delegación de la SAGARPA en Chiapas, lo que evidencia la falta de preocupación que hay por el campo en la entidad, que paradójicamente es lo que mantiene a la economía chiapaneca.

Hoy día resulta evidente que no hay una política para reactivar las actividades agrícolas en Chiapas. Las dependencias del ramo se encuentran sin cabeza y sufren de una terrible parálisis, en un momento en que se requiere de una eficacia en la toma de decisiones, para evitar que se desborde el malestar que se viene acumulando de años atrás en el campo.