La protesta magisterial

Editorial
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Ayer, en la celebración del día del maestro el gobernador del Estado llamó a construir un gran pacto entre el gobierno y docentes, para fortalecer la calidad educativa. Ese llamado se realizó tarde, pues si se hubiera hecho semanas antes aún había posibilidades de construir acuerdos. Ahora hay muchos desencuentros y la CNTE tomó un conjunto de decisiones, que no resultan sencillas de resolver: piden la cancelación de la reforma educativa en Chiapas y la renuncia de la secretaria de educación en la entidad.

Mientras se celebraba el evento oficial, en las calles de Tuxtla Gutiérrez marchaban más de 50 mil docentes acompañados de padres de familia y organizaciones solidarias. Muchos de los maestros que marcharon el día de ayer y que se encuentran en plantón votaron por la Cuarta Transformación y hoy manifiestan una ruptura.

El gobierno de Rutilio Escandón no ha dimensionado el desencanto y malestar que hay en Chiapas y cree que conserva la legitimidad que le dio el triunfo en las elecciones. En este momento muchos sectores de la población se encuentran molestos por la ineficacia y la inacción del gobierno estatal. Los apoyos sociales prometidos no aterrizan, el programa de obras está desarticulado y se continúan asignando obras de manera directa, los apoyos al campo son inexistentes y la temporada de lluvias ya inició, hay personal despedido en todas las secretarías, la economía chiapaneca se encuentra paralizada, los presidentes y expresidentes municipales están siendo amenazados e inclusive extorsionados por personal de la secretaría de gobierno y de la Auditoría Superior del Estado y hay un clima de inseguridad y malestar ciudadano por la política de apertura a la migración y no se percibe que el gobernador salga a defender los intereses de Chiapas y la población chiapaneca.

En este escenario de caos e ingobernabilidad el magisterio, que significa el sector más organizado y con una extraordinaria capacidad de movilización, inició su jornada de movilización, que busca capitalizar el malestar en la población, sumar simpatías a su movimiento y encabezar la protesta social, situación que puede meter en brete al frágil gobierno de Rutilio Escandón, quien no tiene interlocución con el magisterio ni ha existido en estos meses de la administración una negociación con la dirigencia magisterial.

Ya sea ha señalado, que la dificultad en la construcción de acuerdos con el magisterio incrementa los problemas de gobernabilidad en el Estado, pues la capacidad de movilización que tiene este sector estimula la protesta de otros grupos de la población,  que han sido desatendidos de varios años atrás y que este gobierno no tiene estrategias para atender y resolver los problemas y las demandas de la población.

El paro magisterial es de tres días y concluye el viernes, pero no se descarta que en las asambleas se acuerden otras medidas, entre ellas, el paro de labores, lo que pondría en evidencia la ausencia de operación política que hay.