No se gobierna con decisiones equivocadas

Editorial
Typography

A días de cumplir 8 meses de gestión, el gobierno de Rutilio Escandón debiera de realizar una evaluación objetiva y realista del funcionamiento de su gabinete y realizar los cambios necesarios pues así se lo dijo el presidente de la república cuando en corto le comentó que había que oxigenar el gobierno. El gobernador se equivoca cuando asume una postura de sordera ante las críticas o comentarios desfavorables a la administración, y más grave aún, cuando manifiesta estar convencido de que se están realizando bien las cosas, porque simple y sencillamente, hasta este momento no hay ningún resultado de gobierno que se pueda presumir.

Después de que en Chiapas se vivieron doce años de gobiernos malogrados, que condujo a la deslegitimidad, a un hartazgo y un malestar popular, la administración de Rutilio no podía darse el lujo de equivocarse y mucho menos asumir una actitud de indiferencia ante los problemas de la entidad, ni permanecer impávido ante lo que es evidente, pero que se resiste a reconocer, que no tiene gabinete y su administración presenta tres problemas que se acrecientan cada vez más, ingobernabilidad, inseguridad y violencia.

Las designaciones que el gobernador realizó en el gabinete, no han tenido resultados en los primeros ocho meses de gestión y la magnitud de los problemas en la entidad, requieren de acciones eficaces, que construyan legitimidad y gobierno. De igual manera es necesario que se abandone el discurso de la simulación y/o el engaño. Pues no hay nada peor para un gobernante que miente a sabiendas que miente y que sus gobernados le digan que miente, porque en este momento no hay proyecto de gobierno y ni siquiera hay gobierno en sí, sino simulaciones.

En este sentido el gobernador debió de haber tenido especial cuidado en la designación de seis áreas prioritarias: educación, gobierno, salud, seguridad, el campo y la fiscalía general. Sobre todo porque del trabajo y resultado que realicen estas oficinas depende la gobernabilidad y la seguridad de Chiapas.

Bajo las condiciones del funcionamiento que tienen las secretarías señaladas, no se percibe que cambien las cosas en la entidad y por el contrario, los conflictos se van a agudizar. Es cierto que es muy poco tiempo lo que lleva esta administración, pero lo suficiente para identificar las posibilidades reales de  funcionalidad o no de la misma.  Hasta ahorita la administración de Rutilio Escandón le queda debiendo a la población chiapaneca y lo mejor para él es que abandone su discurso de ocurrencias y de simulaciones y por el bien de la población ponga los pies sobre el piso y convoque al trabajo de la mejora de las condiciones sociales y de la vida pública en la entidad.