JA Teline V - шаблон joomla Форекс
19
Fri, Apr
140 New Articles

El discurso del interinato

Editorial
Typography

En Chiapas la cultura política se construye a través de la conspiración y de la invención de interinatos. Así fue desde mediados del siglo XIX, en que los grupos coletos conspiraban para derrocar a los gobiernos liberales y así continuó en el siglo XX, en que los mismos grupos coletos de San Cristóbal conspiraban para buscar que la capital de Chiapas retornara a su ciudad, después de que Emilio Rabasa estableciera la capital del Estado en Tuxtla Gutiérrez.

La cultura de la conspiración continuó con los gobiernos posrevolucionarios, en donde los agraristas conspiraban en contra del gobierno de los “Mapaches” y luego los mapaches conspiraron en contra de los agraristas. En el Chiapas moderno los sabinistas conspiraban en contra de don Salomón González Blanco y después de la rebelión zapatista, del 1 de enero de 1994, grupos cercanos a la pastoral de la Iglesia conspiraron en contra de Eduardo Robledo.

Dentro de esa cultura política de la conspiración, surgió la bandera del interinato. Entre 1976 y 1982, Chiapas tuvo tres gobernadores. En 1982 es designado gobernador el Gral. Absalón Castellanos y en distintos momentos de su período de gobierno se especulaba que caía y vendría un interinato. Con Patrocino González, que se caracterizó por una concentración autoritaria del poder, su gobierno terminó con dos interinatos. Eduardo Robledo Rincón sólo duró 60 días en el poder y le sucedieron dos gobiernos interinos. Pablo Salazar duró los seis años del gobierno, pero también se especuló con un gobierno interino, y cuando Santiago Creel se perfilaba como el candidato de Fox a la presidencia, en la prensa nacional se manejó el nombre de Pablo Salazar como secretario de gobernación.

El gobierno de Juan Sabines Guerrero no fue la excepción, también fue insistente el rumor del interinato. En sus delirios y ambiciones este personaje se promovía como posible secretario de desarrollo social, y ya en plena locura, el gobernador Sabines llegó a pensar que podía ser candidato del PRD a la presidencia de la república. Con Manuel Velasco siempre se habló de la posibilidad del interinato, pues sus intereses siempre estuvieron en la Ciudad de México, y en las condiciones absurdas del poder en Chiapas, después de tener un gobernador encargado por una semana, Manuel Velasco regresó como gobernador interino de sí mismo.

La cultura política de la conspiración y del interinato está presente en el análisis especulativos  sobre el actual gobierno, que con 15 meses de gestión, ya hay voces que se pronuncian por un interinato, aun y cuando la Constitución de la entidad señala nuevas elecciones.

Rutilio Escandón tuvo descuidos y desaciertos en el inicio de su gobierno, lo que finalmente lo tienen en una crisis de gobernabilidad, que despierta prácticas oficiosas y de especulación. En los descuidos están la ausencia de proyectos de gobierno y la falta de estrategia para hacer frente a la crisis económica que se veía venir, en el que no se pensó en un programa emergente de recuperación económica, de creación del empleo y de financiamiento a las actividades agropecuarias; entre su desacierto se encuentra el nombramiento de un gabinete sin experiencia, sin conocimiento, sin liderazgo y con los vicios del viejo régimen, que no permite definir el rumbo del gobierno.

Sin duda, la cultura de la conspiración es nociva y evidencia la falta de visión de proyecto, de quienes insisten crear especulaciones; pero los interinatos han sido de lo más dañino para el Estado, pues daña la legitimidad, y debilita la vida institucional, pero además, porque han terminado constituyendo y una legión de nuevos ricos que sangran el presupuesto de Chiapas.