Un error el retorno a clases

Editorial
Typography

En el pico de mayor contagio del coronavirus, el gobierno se apresta al reinicio de clases. La idea, descabellada en sí, puede resultar hasta criminal, pues con la circulación de personas se multiplicarían los contagios.  Para esta enfermedad no hay medicina ni vacuna y lo único que resulta efectivo para evitar el contagio es la prevención, es quedarse en casa.

Sin embargo el gobierno ha fracasado en una política de medios, que interiorice en las personas la importancia de no salir de casa, o si las circunstancias son inevitables, por las necesidades sociales que se respiran en todo Chiapas, entonces se tiene que  asegurar que las personas que lo hagan, tomen todas las medidas preventivas.

Si bien es cierto que hay mucha presión para reanudar las actividades económicas y escolares, también es cierto que en Chiapas se tuvieron descuidos para proteger a la población, e inclusive el gobierno se desentendió de su obligación de proporcionar las condiciones mínimas, como son los cubrebocas. Por eso sorprende escuchar que el gobernador afirma que Chiapas de meses atrás se preparó para enfrentar la pandemia y continúa mencionando que en Chiapas hay capacidad hospitalaria, respiradores y medicina, cuando los propios trabajadores de los hospitales lo desmienten a diario.

Pero el dato significativo de que no se tomaron las precauciones, como lo anuncia el gobernador, es el contagio que se viene presentando en personal de atención a los pacientes, que ya ocasionó pérdidas de vida de trabajadores de la salud, en el que no se realizan estudios previos de detección. Al contrario de las afirmaciones del gobernador, el sentir en diferentes sectores es el señalamiento de irresponsabilidad y de poca sensibilidad del gobierno, al no tomar las decisiones a tiempo para destinar los recursos necesarios para disminuir el contagio comunitario, contrarrestar los daños de la enfermedad y evitar la muerte de aquellos contagiados por el coronavirus.

La emergencia sanitaria obligaba a destinar recursos a la población en condiciones de mayor vulnerabilidad, implementar programas de estímulos y apoyos para los trabajadores de la economía informal, que por sus propias condiciones no podían tomar la decisión de mantenerse aislados. De igual manera se debió de realizar una campaña en las comunidades y pueblos indígenas y brindarles la ayuda económica necesaria  para que disminuyeran sus actividades, sobre todo las de las fiestas.

La desinformación y la ausencia de gobierno, terminó ocasionando que la propia población estableciera filtros y retenes sanitarios y que el mal manejo en éstos se creara pánico innecesario, y con ello se produjeran violaciones de derechos humanos y brotes de violencia, que se hubieran evitado si el gobierno ejerciera un papel activo y protagónico.

El ocultamiento y manipulación de la información también está siendo dañino. Hay una actitud de buscar presumir que estamos mejor que la población de Estados vecinos y se pretende establecer una relación de un bajo número de contagios y fallecimientos con un servicio de calidad en salud, del que estamos muy lejos de tenerlo y eso ocasiona que se viertan datos que no son reales.

Nadie estaba preparado para enfrentar una pandemia como la que se está viviendo, por lo que se debe actuar con mesura, para no precipitar un regreso de las actividades como se pretende implementar, en el que se profundice la curva de contagios.