Ayer el secretario de hacienda y el secretario de economía actuaron con deslealtad hacia el gobernador del Estado. Lo exhibieron al poner en su boca el anuncio del Programa de Financiamiento de Reactivación Económica por COVID-19, donde dio a conocer la apertura de una línea de crédito de 500 millones de pesos acordada entre el Gobierno del Estado y Nacional Financiera (Nafin), en beneficio de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) de la entidad, algo que aunque lo haya dicho con mucha euforia, no representa ningún apoyo al sector empresarial y menos que con esas ideas se puedan resolver la situación económica de Chiapas.
Es un hecho que el gobernador Rutilio Escandón está urgido de anuncios que muestren que en Chiapas hay programas de gobierno, pero ayer lo chamaquearon. Nacional Financiera no es un banco que otorgue directamente préstamos bancarios, sino que utiliza como intermediarios a la banca de primer piso, quien para otorgar el préstamo exige un proyecto viable y garantías.
Esos tipos de programas financieros que le hicieron anunciar al gobernador, lo que buscan es apoyar a los bancos y no a los empresarios como se lo hicieron creer sus funcionarios, que lo expusieron al ridículo frente al sector empresarial de Chiapas que entiende de estos asuntos y que ni por asomo van a acudir a hacer efectivo este programa, porque además la tasa de interés del 13.9 % anual es muy cara, sobre todo porque el Baco de México bajó las tasas de interés a menos del 6% anual, lo que significa, que en estos momento con garantías, cualquier banco otorga un préstamo por debajo de la tasa de interés que eufóricamente el gobernador anunció como un logro de su gobierno.
Yamil Melgar, flamante secretario de economía del gobierno de Rutilo Escandón tiene un gran desprestigio en su desempeño público y no goza de la confianza de los hombres de negocios en la entidad; lo ven como un chamaco irresponsable, sin la seriedad y el entendimiento que se requiere para desempeñar el cargo que tiene. Sin embargo lo que sorprende es la complicidad con la que actúa Javier Jiménez, el secretario de hacienda, quien está obligado a conocer que el mecanismo propuesto no es el más indicado para las necesidades que tienen las actividades económicas en Chiapas y que además debiera de tener conocimiento que ese tipo préstamos se vienen ofertando en la entidad desde el gobierno de Roberto Albores y que no han servido para gran cosa.
Sin duda que Chiapas requiere urgentemente de un programa emergente de recuperación económica, pero no como el que de manera deshonesta le hicieron presentar ayer al gobernador, el secretario de hacienda junto con el secretario de economía, en virtud a que esa propuesta no presenta ningún tipo de apoyo para estimular las actividades productivas, pues es un préstamo bancario como cualquier otro, con una tasa de interés alta, que propicia la usura.
Los secretarios no ayudan al gobernador
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