Lo que se puede hacer en Chiapas

En Chiapas hay una extraña combinación de problemas que la convierte en automático en el lugar propicio para un estallido social. Violencia, pobreza, inseguridad, desempleo, cierre de negocios, deficiencia institucional, inacción política, delincuencia organizada, problemas de gobernabilidad, crisis sanitaria y crisis económica,  son parte de esta combinación que en el corto tiempo puede resultar letal en la entidad, y no presupone buenos augurios para Chiapas. Todo esto se redondea con la ausencia de gabinete y de plan de gobierno que persiste en la administración, lo que hace prácticamente imposible que el gobernador pueda tener márgenes de maniobra y que se prendan los focos de alarma debido a que se puede presentar el colapso del gobierno.

¿Cómo se puede evitar esta difícil situación? Uno, a través de un manejo diferente de la política en el que se privilegie la eficacia y la gobernabilidad, para ello se requiere de un cambio inmediato en el gabinete; dos, la aplicación irrestricta de la ley; lo que permitiría construir nuevos acuerdos políticos y sancionar conductas y delitos, que hoy, por los niveles de impunidad son permisibles; tres, diseñar un sistema de justicia transicional hacia las comunidades indígenas, en el que se garantice la investigación, persecución y castigos a los responsables de crímenes que por décadas han estado impunes, como puede ser el delos desplazados indígenas o la masacre de Acteal; cuatro, implementar un programa emergente de recuperación económica, en el que se puedan contratar préstamos con la banca comercial a una tasa de interés menor al 8% y donde el Estado absorba el pago de estos intereses para que los sectores productivos puedan obtener préstamos con tasa cero; cinco, crear un seguro de desempleo para 100 mil personas que estaban sin trabajo o que fueron despedidos en esta crisis sanitaria, esto ayudaría a reactivar la economía y reduciría la delincuencia; sexto, destinar un apoyo económico a vendedores y trabajadores de la economía informal a quienes se les está criminalizando y violando el derecho al trabajo por medidas erráticas que ha tomado este gobierno y que dañan la posibilidad del sustento de sus familias; y, séptimo, salir a enfrentar al virus y no estar detrás de él como está sucediendo, en el que se apliquen miles o millones de pruebas de detección, como la única forma de reducir la pandemia al identificar a la población portadora del virus que es asintomática, atenderla y crear un cerco sanitario para prevenir mayores contagios como sucedió en otros países que tienen reducida la pandemia.

En Chiapas las cosas no caminan bien y el gobierno no presenta alternativas en la dimensión de la política ni en la dimensión económica, y la crisis sanitaria terminó desnudando la ausencia de programas de gobierno que agudizan la situación de la vida pública y que evidencia la incompetencia que prevalece en el gobierno. Lo que hace prever en el corto plazo, la peor cris económica y social de la historia en Chapas.