Las culpas del gobierno en las muertes por COVID 19

Editorial
Typography

La mitomanía y frivolidad del comportamiento del secretario de salud en Chiapas produjo que se diera un enfrentamiento con un sector de los médicos, con el sindicato de la sección 50 de la secretaría de salud, con la prensa local y que además se convirtiera en el hazmerreir en los medios nacionales, que evidencian la pérdida de legitimidad del gobierno de Rutilio Escandón.

Son muchos sectores de la sociedad que exigen la renuncia del funcionario, pero el gobernador del Estado decidió respaldarlo, haciendo oídos sordos a la población, en una mala señal, pues se convierte en el responsable directo de los homicidios por comisión de omisión que se han presentado en Chiapas en los últimos días, en donde está documentado que muchos contagiados acudieron a las clínicas del Covid en distintos municipios y no fueron atendidos ni les dieron medicinas y regresaron a su domicilio a morir. El gobierno de Rutilio Escandón de manera sistemática evadió su responsabilidad de proteger y garantizar la salud de la población chiapaneca, incumplió la obligación constitucional y convencional de destinar los recursos necesarios para el combate al coronavirus y no diseñó políticas públicas que pusieran el derecho a la salud y a la vida como el principal objetivo de su gobierno. Todo ello provoca una crisis en la relación entre la población y el Estado.

El futuro del gobernador está marcado por el mal manejo de la crisis sanitaria y más por la actitud criminal de reducir por decreto el número de contagios y de fallecimientos, en donde un torpe secretario de salud sale todos los días a dar cifras que nadie cree y que son totalmente falsas. Y con el descaro de señalar que hay disponibilidad de camas en las clínicas Covid, cuando es voz pública que no se están recibiendo a los contagiados, y se sabe de algunos que han muerto a la entrada de los hospitales. ¿Cuál es el futuro del gobernador? El destino tiene que ser la cárcel. Él tiene que pagar por el dolor que han sufrido cientos de familias chiapanecas en la pérdida de sus seres queridos, en donde se tendrá que investigar y sancionar a los funcionarios que provocaron este mal manejo de la pandemia.

Solo la existencia de fuertes lazos de complicidad pueden explicar la protección de Rutilio Escandón a José Manuel Cruz Castellanos, un médico que no tiene el prestigio ni los estudios ni la trayectoria profesional para desempeñarse como secretario de salud en la entidad, pero que ha ejercido recursos indiscriminados de manera directa para el combate a la pandemia sin que mucho de este material llegue a los hospitales tal y como ha sido señalado recurrentemente por el personal médico, que inclusive ha ocasionado el cese de directores de los hospitales que hicieron públicas las carencias y mentiras del secretario de salud.

Esta secretaría ha estado envuelta, en los últimos diez años, en graves casos de corrupción, y en la actualidad se ha señalado que los negocios los vienen realizando vecinos del Estado de Tabasco, donde está la cuna del poder; una muestra de esta corrupción, quedó evidenciado el día de ayer con las declaraciones del propio gobernador, quien señaló la existencia de aviadores en esa dependencia sin que haya ningún procedimiento de sanción a los que cobraron y a los que permitieron esta situación, lo que implica un daño patrimonial, que está siendo tolerada por el gobernador.

Lo que pudo ser un gobierno de transformación está sin rumbo y sin políticas públicas y envuelto en pésimas decisiones que propician fallecimientos de personas que no forman parte de los registros oficiales pero que son ausencias sentidas en las familias, que terminarán exigiendo justicia.