La corrupción en Chiapas

Editorial
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Una bandera del gobierno autodenominado de la 4t es la lucha contra la corrupción. Sin embargo hay demasiada evidencia que muestra a este discurso como simulación, tanto en el gobierno federal como en el estatal, pues las prácticas de la corrupción continúan igual o peor que la de los gobiernos que le precedieron.

Una muestra de la corrupción en el gobierno de Rutilio Escandón se dio ayer con los primeros cambios de su gabinete, en el que fueron nombrados funcionarios que carecen de las competencias y del conocimiento del cargo para el que fueron designados; pero además se hizo el nombramiento en la secretaría de obras a sabiendas de que la persona designada contraviene disposiciones en la Constitución local, que dispone que los secreta-rios en las dependencias deben ser ciudadanos chiapanecos y el nuevo secretario es tabas-queño.

Al respecto, la Constitución de Chiapas establece que los actos de los poderes públicos del Estado deben ser transparentes, y con este nombramiento el gobernador está incum-pliendo con este precepto, que desnuda no solo el desconocimiento de la ley sino también su desprecio a la legalidad y la transparencia.

La ligereza con que el gobernador hace los nombramientos en su gabinete resulta preo-cupante. Sobre todo porque en los 20 meses de la administración Rutilio Escandón ya demostró su incapacidad como gobernante, su carencia de proyectos para Chiapas y lo peor de todo, su falta de conocimiento sobre las problemáticas y necesidades de la enti-dad.

Los cambios en cualquier gabinete de gobierno debieran de estar pensados para mejo-rar, pero eso no se piensa en Chiapas, en el que prevalece una práctica que ignora y se de-sentiende de la responsabilidad de gobernar. En este momento la única preocupación del gobernador es la contienda electoral, y los movimientos realizados el día de ayer se inser-tan en esta lógica electoral, en donde lo fundamental es garantizar los mecanismos de fi-nanciamiento de las campañas y tanto la secretaría de obras como la dependencia del DIF, se caracterizan por la falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos y en los moches, cuyos recursos serán empleados para la contienda electoral.

¿Qué representa el acto público de nombrar un funcionario que violenta la ley? ¿Qué pretende Rutilio Escandón al asumir compromisos abiertamente antichiapanecos en la designación de funcionarios? ¿Por qué no se transparenta el manejo de los recursos del DIF, de la secretaría de obras y de la secretaría de salud?

El discurso anticorrupción de Rutilio Escandón no corresponde con la realidad, en donde la pan-demia acentúa los problemas de pobreza, pero en el que al mismo tiempo surge una elite de nuevos ricos entre los funcionarios, ligados al vecino Estado de tabasco.