El cambio en el gobierno

Editorial
Typography

Chiapas arrastra en estos momentos un conjunto de problemas de extrema urgencia, que amerita la atención prioritaria del gobernador o por lo menos debiera de tenerlo ocupado, en lugar de andar en eventos intrascendentes como inaugurar calles, entregar títulos de propiedad e incluso asistir a la toma de posesión del nuevo responsable de la Guardia Nacional en Chiapas, lo que evidencia la indiferencia y la ausencia de gobierno que hay en Chiapas.

¿Cuáles son los graves problemas de la entidad que requieren atención inmediata? 1) el nulo crecimiento de la economía, que representa la tasa más baja del país con un decrecimiento alarmante; 2) la creciente pérdida de empleos y el cierre de negocios; 3) el repunte del contagio del coronavirus, que dolosamente se está manejando con cifras falsas; 4) el desastre ambiental y económico producidas por las lluvias en la Región Norte del Estado, que golpea con mayor fuerza a la población en condiciones de vulnerabilidad que perdió todo; 5)  los riesgos latentes que en toda la zona de desastre que afecta a 54 municipios se multipliquen los contagios de Covid 19; 6) los riesgos de que el estancamiento del agua de lluvia propicie brotes de dengue y que personas que ya sufrieron contagios desarrollen el dengue hemorrágico; 7) las dificultades que se pueden presentar en la creación de brigadas médicas para prevenir los contagios en la zona de desastre, debido a que el inútil y facineroso secretario de salud está peleado con los médicos; 8) los problemas de atención en la zona del desastre ocasionada por las lluvias que se van a convertir en problemas de gobernabilidad.

Frente a estos y más problemas en Chiapas, en este momento la única preocupación del gobernador Rutilio Escandón es lo electoral y con eso omite la atención no solo de la emergencia sanitaria que se está viviendo sino que deja de lado también el impacto dela crisis económica que se vive y con ello muestra su desinterés e incapacidad de gobernar, en donde el futuro a corto plazo de Chiapas no resulta halagüeño.

La preocupación del gobierno debiera estar en salvar vidas en este momento crítico que se está viviendo y evitar a toda costa daños sociales y económicos mayores, a su vez, debiera de estar integrando una comisión de especialistas ambientales para coordinar los trabajos de conservación y rehabilitación ambiental en la zona de desastre que en cada tempo-rada de lluvia resiente los efectos de la devastación de la naturaleza que existe en esa zona y gran parte del Estado.

Los efectos de ese desastre van a durar años y seguramente se va a trasladar a otro sexenio, por eso es necesario que se tomen decisiones preventivas de manera inmediata, no solo para aten-der no solo los problemas de campo sino también del gabinete. Bajo estas circunstancias se re-quiere una urgente renovación del gobierno y a la vez asumir un nuevo compromiso político para sentar las bases de nuevas relaciones sociales y económicas de la entidad, tendientes a mejorar la vida pública.