Entre la farsa y la mentira

El día en que se cumplieron dos años del malogrado gobierno de Rutilio Escandón, en Tuxtla se cometió el artero asesinato de un empresario ganadero, que pone en evidencia el estado de inseguridad que se vive en Chiapas, en el que muchas veces se ha denunciado la existencia de contubernio y colaboración entre la fiscalía del Estado y la delincuencia organizada.

Varias denuncias se realizaron en contra del comandante Santos, identificado como el brazo derecho del fiscal Jorge Luis Llaven, sin que haya existido investigación alguna. A punto tal, que cuando este personaje asesinó en su rancho a uno de sus colaboradores, la fiscalía y la secretaría de seguridad pública, primero lo encubrieron y luego lo dejaron escapar.

En dos años de gestión Rutilio Escandón no tiene nada positivo que informar y sí muchas farsas y mentiras… En donde los logros importantes que informar son el incremento patrimonial de sus colaboradores más cercanos, en donde las obras principales realizadas son las casas, ranchos y propiedades de sus mismo colaboradores.

La responsabilidad de Rutilio Escandón era la de crear las condiciones para la transformación de la entidad, pero ese propósito se encuentra lejos de alcanzar. En donde resulta claro: el gobernador le quedó a deber a Chiapas.

Chiapas vive una triste historia con sus gobiernos, cuando todos pensaban que nada podía ser peor que el gobierno de Juan Sabines, vino Manuel Velasco. Lo trágico resulta en que lo mismo se pensó del gobierno de Manuel Velasco, en el que parecía imposible que hubiera algo peor y el destino nos alcanzó. El gobierno de Rutilio Escandón es el peor de la historia de Chiapas y lo único que queda claro es que las cosas se van a poner peor, pues no hay proyecto ni agenda de gobierno de gobierno y si se llegó a pensar que con los cambios en el gabinete las cosas podían mejorar, la realidad muestra lo contrario: ni en la secretaría de gobierno ni en la fiscalía del Estado las cosas van a mejorar.

Las cosas no andan bien en esta administración, que incurren en burlas y excesos imperdonables. Ejemplo de ello es la liberación del que fuera subsecretario de gobierno, Giovany Campos, quien fuera exhibido como parte del programa anticorrupción encabezado por Rutilio Escandón y que fuera enviado como huésped del Amate por sus acciones. Caso más grave todavía es la presunta liberación del escolta de la hija del gobernador, quien se viera involucrado en el escándalo de herir al ex yerno del gobernador, en pleno centro de la ciudad de Tuxtla, y que continúa desempeñando las mismas funciones de apoyo.

En Chiapas la farsa y la mentira se convirtieron en la principal conducta de la actual administración, que no tiene nada que presumir.