Los cambios en el gabinete

Editorial
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La ligereza con que el gobernador hace los nombramientos en su gabinete resulta preocupante. Sobre todo porque en los 2 años que lleva la administración de Rutilio Escandón ya demostró su incapacidad como gobernante, su carencia de proyectos para Chiapas y lo peor de todo, su falta de conocimiento sobre las problemáticas y necesidades de la entidad.

Los cambios en cualquier gabinete de gobierno debieran de estar pensados para mejorar, pero eso no se piensa en Chiapas, en el que prevalece una práctica que ignora y se desentiende de la responsabilidad de gobernar. En este momento la única preocupación del gobernador es la contienda electoral, y los movimientos realizados recientemente se insertan en esta lógica electoral, en donde lo fundamental es garantizar los mecanismos de financiamiento de las campañas y tanto la secretaría de gobierno como la fiscalía general del Estado, se caracterizaron por la falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos y por un exceso mediático de sobreexposición de los funcionarios, a punto tal que los dos funcionarios despedidos continúan manteniendo su presencia en los medios, situación que demuestra la existencia de un fondo de recursos para fines electorales, pues las entrevistas son pagadas.

¿Qué mensaje se envía cuando el gobernador se desprende de las dos posiciones centrales de su gobierno? ¿Qué pretende Rutilio Escandón en el próximo proceso electoral sin operación política y sin el brazo ejecutor? ¿Por qué no se transparenta de dónde vino la presión para efectuar los cambios? ¿Quién está tomando las decisiones en Chiapas que de un solo tajo le arrancaron los dos brazos políticos al gobernador?

La ligereza de los nombramientos del gobernador demuestran que el discurso anticorrupción de Rutilio Escandón no corresponde con la realidad, en el que resulta claro que se anteponen los intereses políticos electorales sobre la difícil situación social provocada por la pandemia, en donde los más afectados es la población en condiciones de vulnerabilidad, que acompañada por la parálisis de las actividades económicas se acentúan los problemas de pobreza y desigualdad social en el Estado.

Lo criticable de las ausencias de gobierno, es que no se tiene información sobre el impacto de la pandemia en la población de mayor pobreza, como es la población indígena, en el que se conoce de un incremento en los fallecimientos y de una saturación de los panteones, pero existe un ocultamiento criminal de la información, en aras de mantener un semáforo en verde, aunque este criterio sea resultado de la corrupción en el manejo de los registros.

La oferta política de Rutilio Escandón se encuentra agotada, de allí la probabilidad en que se realicen otros cambios en el gabinete, pero eso no asegura que las cosas vayan a mejorar, debido a este gobierno carece de políticas de mejora.