Rutilio Escandón a la Secretaría de Educación

Editorial
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En 1977 don Jorge de la Vega deja la gubernatura de Chiapas para ocupar la Secretaría de Industria y Comercio y a partir de ese ejemplo, los gobernadores de la entidad han procurado ocupar una secretaría de Estado en el gobierno federal. Así lo hizo en su momento don Patrocinio González Garrido, quien dejó la gubernatura, en enero de 1993, para desempeñar el cargo de Secretario de Gobernación.

Durante el gobierno de Vicente Fox, en varias ocasiones se filtró en la prensa nacional que Pablo Salazar ocuparía la Secretaría de Gobernación. La buena relación del gobernador con el presidente de la república así lo hacía presuponer, y más porque a Pablo Salazar le acompañaba el crédito de haber derrotado al PRI, a través de una alianza de partidos, en una entidad que se caracterizó por ser una reserva de votos a favor de ese partido.

El síndrome del gobernador por una secretaría se reprodujo también con Juan Sabines Guerrero, quien con frecuencia pagaba a medios para que aseguraran que en cualquier momento sería nombrado como secretario de desarrollo social y cuando en su momento esa secretaría quedó vacante, los funcionarios en Chiapas lo dieron por hecho y se aprestaban a tomar por asalto esa dependencia.

Con Manuel Velasco sucedió lo mismo. En la prensa se aseguraba que en cualquier momento su amigo, el presidente de la república, lo incorporaría al gabinete para de allí posicionarlo como el sucesor. Esta posibilidad estuvo viva por los colaboradores de Manuel Velasco, que cada vez que se presentaba una vacante en el gabinete presidencial, rápido se filtraba que el nombramiento se concretaría a favor del gobernador, a punto tal que terminó siendo mofa.

Ahora que la Secretaría de Educación está vacante hay que unir la voz chiapaneca para que Rutilio Escandón sea incorporado al gabinete. Si en algo aprecia el presidente López Obrador a Chiapas, como lo ha hecho creer, debe incorporar sin reserva alguna al gobernador a su equipo; así mandaría un claro mensaje de gobernabilidad, pues de ser el problema lo convertiría en la solución. Las dudas que pudieran presentarse sobre qué haría Rutilio Escandón en la secretaría de educación se disiparían de inmediato: haría lo mismo que hizo como senador de la república, como presidente del Tribunal de Justicia en Chiapas y en los dos años que estuvo como gobernador, eso lo convierte en todo un experto y no debiera de presentar preocupación alguna, debido a que lo que ya demostró que sabe hacer Rutilio Escandón lo haría muy bien en esa o en cualquier otra secretaría de Estado.

En este sentido es importante conformar una cadena de petición al presidente López Obrador, para que de inmediato incorpore como secretario de Estado al gobernador de Chiapas.