El discurso ficción del gobernador

Editorial
Typography

En los dos años de la actual administración, el gobernador Rutilio Escandón no solo no ha promovido la transformación prometida en la campaña sino que ratifica y reproduce la prevalencia de la cultura de régimen del PRI, aún y cuando en la entidad, desde hace 20 años ese partido dejó de ser gobierno.  Por eso no hay duda cuando se afirma de que en Chiapas no hay visos de una transformación ni de un gobierno de izquierda y sí hay mucho de la demagogia y corrupción que caracterizó al PRI.

Prueba de ello son las recientes afirmaciones del gobernador respecto a la seguridad en Chiapas, en donde presume ser la segunda entidad más segura y con ello se omiten sucesos vergonzantes que no son debidamente investigados, como es el asesinato de seis campesinos en Ixhuatán, la presencia de grupos armados en San Cristóbal de Las Casas y el feminicidio de Mariana, la joven médica que se encontraba realizando su servicio social en la comunidad Nueva Palestina, en Ocosingo, en el que no existe una debida diligencia en la investigación y sí mucha irresponsabilidad por parte del ministerio público, que permitió la cremación del cuerpo y realizó un mal levantamiento de las pruebas en el lugar de los hechos.

Para colmo de males, el gobernador presume de la capacitación realizada a los cuerpos policiales, en donde sin duda se ejerce un presupuesto millonario pero sin que hayan buenos resultados, debido a que son frecuentes los yerros que cometen por la falta de conocimientos. Ejemplo de ello se observa en el levantamiento del cuerpo de Mariana, en el que se habló de suicidio por ahorcamiento, pero no existe ninguna fotografía del cuerpo y en las primeras declaraciones, se señala que Mariana se encontraba de rodillas; lo que hace imposible que haya un suicidio y donde se deja entrever que la fiscalía está fabricando pruebas, como es la costumbre en su actuación.

Es un hecho que la administración de Rutilio Escandón no está respondiendo a los intereses de  Chiapas y en pocos meses tiró al cesto de basura las expectativas de cambio que la población esperaba de ese gobierno.  La ausencia de proyecto de gobierno, la inacción política de los funcionarios, los excesos de ilegalidades e impunidad por parte de la fiscalía general, la corrupción galopante en las distintas áreas de la administración y el mal manejo de la crisis sanitaria y la consecuente crisis económica que le acompaña, han provocado un crecimiento del malestar de la población y cada vez más un fuerte rechazo a la administración, que le reclama al gobernante su inoperancia y la falta de talento hasta para nombrar a los miembros del gabinete.

Fue este malestar real, lo que generó la indignación por el feminicidio de Mariana, que está precedido por cinco feminicidios más durante este año, lo que hizo que la noticia se volviera nacional y que ahora se comente en los medios de otros países como España, Inglaterra, Estados Unidos y Argentina. Las repercusiones de estos sucesos, debiera de preocupar al gobierno para construir construcción políticas eficaces, pero no, no le preocupa. El gobierno de Rutilio prefiere construir el discurso de la conspiración y pagar a los periodistas a su servicio para que mencionen que todo está financiado por políticos del pasado, sin darse cuenta que esa campaña afecta la integridad personal de la madre de Mariana, pues se le provoca mayor daño psicoemocional y daño moral, a la vez que busca desacreditar el movimiento de indignación, en torno del grito de justicia para Mariana.