El gobernador no tiene preocupaciones

El proceso electoral para elegir diputados federales en Chiapas está causando irritación y desencanto, por la ausencia de alternativas políticas, a pesar del número de partidos que están en la contienda. La alianza PRI-PRD-PAN, no despierta emociones, salvo en el distrito de Palenque, en donde sorprende la aceptación del candidato de esta alianza, a partir del rechazo que presenta la candidatura de Manuela Obrador, a quien se le ha señalado su impostura, al usurpar una candidatura indígena con acciones fraudulentas para obtener la autoadscripción calificada.

Fuera de este distrito todo camina sin sobresalto, aunque no se deja de mencionar que los candidatos de la alianza Morena-PT-PV-PES, degrada la política, por el desprestigio que cargan sus candidatos, mucho de ellos impresentables, lo que ha llevado al cuestionamiento de esta alianza, que arrastra años de corrupción en Chiapas y que se construyó sobre la expropiación de los derechos indígenas y la impostura de una representación política indígena.

En efecto, la alianza de MORENA con el partido verde es un claro mensaje de que en Chiapas los acuerdos políticos están por encima de la impartición de justicia, lo que deja en claro la falsedad del discurso de que el gobierno de Morena es diferente, porque en realidad son la misma cosa; el gobierno de Morena mantienen las mismas prácticas del verde y lo cumplen a pié juntillas. Por eso debe quedar claro que votar por la alianza morena-verde-pt es votar por la corrupción, la impunidad, la ausencia de justicia y el perdón a los atropellos realizados en los gobiernos pasados, en donde Manuel Velasco y Juan Sabines gozan de su riqueza mal habida en la impunidad, complicidad y protección, que se realiza desde la cabeza del gobierno de MORENA. 

En las elecciones del 2018, la promoción del voto realizada en la entidad bajo la consigna seis de seis resultó un desastre para el Estado, a punto tal de que no hay gobierno ni representación política, y para colmo de males, se reporta que se han ejercido de presupuesto más de 200 mil millones de pesos, en estos 28 meses de gestión, sin que se sepa a ciencia cierta en dónde y con qué resultados se realizó esa inversión. De allí que la única condición para que este estado de cosas cambie es que se construya una nueva mayoría en el Congreso Local y las presidencias municipales, que no solo hagan un contrapeso a la abulia gubernamental sino para que desde el congreso se construya un cogobierno que desplace la indiferencia y el ejemplo de Rutilio Escando que ha demostrado que gobernar para él resulta irrelevante, aun y cuando Chiapas es un polvorín.

En este momento no se percibe cuales son las preocupaciones del gobernador, pues sólo se ocupa en los anuncios de las vacunas y promover la nueva normalidad con el inicio de las clases presenciales, que tiene un alto rechazo en los maestros y en los padres de familia. En esta inercia la única ventaja que tiene Rutilio Escandón en este proceso electoral, es que en Chiapas no existe un movimiento opositor, pero en las disputas por las presidencias municipales que inician la próxima semana, la oposición puede llegar a gestarse, sobre todo por el malestar y desencanto provocado por el desempeño gubernamental,  que nunca definió prioridades, que no tiene proyectos de gobierno, que carece de gabinete y que tiene en la incertidumbre y el abandono  a  todos los sectores productivos en el estado.