Los riesgo de la violencia política en Chiapas

La violencia política en Chiapas está tomando formas preocupantes. En el municipio de Chilón ya hubo un precandidato de Morena asesinado y en el municipio de Pantelhó hubo un enfrentamiento entre simpatizantes del candidato de la alianza PRIAN con los simpatizantes de Morena en el que hubo un muerto y varios heridos.

Pese a estos brotes de violencia política hay en el gobierno del Estado una espantosa inacción, que da pié a que hayan mayores acciones de violencia, lo que significaría un proceso electoral violento, en el que se prevé que en la mayoría de los municipios los resultados electorales van a provocar inconformidades, en medio de una frágil gobernabilidad, que se atiza por la falta de atención a los problemas.

Es común, que ante el surgimiento de conflictos, el gobierno promueva entre la prensa afín para que se invente que hay manos perversas que manipulan para que haya violencia y se ponga en mal al gobierno de Rutilio Escandón, con ello lo que se busca es confundir a la población inventando enemigos ficticios, a la vez que se encubre la propia inoperancia de todo el aparato gubernamental, que ha demostrado con creces que no sabe qué hacer ante los problemas.

Lo real es que se viene fomentando un clima de odio hacia cualquier manifestación de ideas en contra de Morena y el gobierno que se autonombra de la 4t. Este clima de odio se manifiesta hacia argumentos que señalan la necesidad de desaparecer a los partidos de oposición al gobierno, ignorando que eso representa una amenaza a las libertades políticas y al derecho que se tiene a la elección política.

En México existe una cultura política que fomenta la destrucción de los enemigos. Eso pasó en la lucha entre liberales y conservadores, continuó durante el porfiriato en donde los enemigos fueron aniquilados, se vivió en los gobiernos de la revolución y se perfeccionó en el largo gobierno del PRI, en el que se decidió inventar a los enemigos y reconocer sus partidos políticos. Esta lucha política de destrucción al enemigo, produjo dificultades para que se construyera el pluralismo político en la sociedad mexicana. Fue este pluralismo político lo que que abrió la posibilidad de la transición democrática, que condujo a la derrota del PRI, misma que no logró consolidarse en los gobiernos del PAN.

De igual manera fue este pluralismo político lo que facilitó el ascenso de López Obrador a la presidencia y que está siendo seriamente amenazado por la cultura política que fomenta la destrucción de la disidencia. Este discurso, en sociedades tradicionales y con una baja calidad de prácticas democráticas como sucede en Chiapas, puede ocasionar actos de violencia que afectan directamente al régimen político. Estas muestras de violencia ya están presentes en Chiapas, en actos como el intento de prohibición a un candidato en Tuxtla de realizar campaña política en un tianguis o bien en la detención a un candidato a la presidencia municipal en Tecpatán.

Esta violencia está presente en Ocosingo, en contra de la reelección del presidente municipal, pero también hay visos de violencia en Playas de Catazajá, en Tila, en Yajalón, en San Juan Chamula, en Pueblo Nuevo y en Oxchuc, en donde existe un acuerdo comunitario de no permitir la instalación de casillas.  

Todas estas muestras de violencia están siendo permitidas por el gobierno del estado, quien no ha tenido la disposición política para construir acuerdos y garantizar un proceso electoral en orden.