Manuel Velasco llegó a la gubernatura de Chiapas con un millón y medio de votos y eso lo convierte en el candidato a gobernador con mayor número de votos. Sin embargo, esta legitimidad electoral se tiró a la borda en el mismo día de su toma de posesión, pues su mensaje político indicó el nivel de indiferencia con que iba a gobernar, al no designar a su gabinete y prácticamente ratificar a los funcionarios que colaboraban con Juan Sabines, que estaba fuertemente cuestionado por el nivel de corrupción y despilfarro de los recursos.
La gran paradoja de las elecciones del 2012, es que el gobernador que llegó con el mayor número de votos, antes de la mitad de su gestión, ya estaba fuertemente cuestionado y al final del gobierno su capital político se había esfumado, alcanzando menos del 20% de aprobación de su gobierno, lo que evidenció el nivel de rechazo que hay en Chiapas a la figura de Velasco Coello.
Pese a este rechazo popular, Manuel Velasco emergió como el gran vencedor en la contienda del 6 de junio pasado, no solo teniendo sendos triunfos en diputaciones federales, locales y presidencias municipales, gracias a la estructura electoral que sigue conservando, sino también obteniendo el registro del PES en la entidad, partido con el cual pretende apuntalar a la senadora Sasil de León como su candidata a la gubernatura en el 2024.
Manuel Velasco mantiene viva sus ambiciones en Chiapas y mueve los hilos del poder local, pero en Chiapas se le quiere en la cárcel, por sus excesos de cinismo, y en los diversos círculos se celebró la noticia de la investigación del SAT, en el que se detalla el desvió de recursos públicos a empresas fantasmas, en el que resurge la red de complicidad y protección que estableció Manuel Velasco con el gobierno obradorista, que hasta el día de hoy le ha funcionado para mantener los vínculos con las elites del poder nacional, bajo el manto de la impunidad.
Pese al deseo de un inmenso grupo de población chiapaneca por ver a Manuel Velasco en prisión, también se sabe que no le van a hacer nada, sobre todo, porque Velasco Coello es el prototipo del político sin escrúpulos, que le resulta de gran utilidad al régimen obradorista. Se sabe de sus buenos oficios para acercarle potenciales aliados al presidente. Así lo hizo en plena campaña presidencial en el 2018, en el que fue artífice para acuerdos políticos entre Peña Nieto y López Obrador. También lo hizo para acercarle gobernadores priistas y panistas en su papel de presidente de la CONAGO, que condujo a la violación de la Constitución de Chiapas al permitir sobre la base de los hechos la reelección de Manuel Velasco al permitirle el retorno a la gubernatura cuando ya era senador de la república. También acercó con el presidente al fallecido exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien se perfilaba para ser el dirigente nacional del PAN. Por último, hay que señalar, fue un factor importante en el acercamiento con el presidente para que Alejandro Moreno se convirtiera en el dirigente nacional del PRI, con el fin de tener un PRI a modo, en el que abonara con el desprestigio de ese partido hasta aniquilarlo en las elecciones.
La falta de escrúpulos de Manuel Velasco son de gran utilidad para el presidente de la república, que requiere de construir de una mayoría calificada en la Cámara de Diputados, y esos trabajos sucios son los que realiza Velasco Coello con especial encanto.
El papel de Manuel Velasco en la 4t
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