La violación de los derechos humanos en Chiapas

Editorial
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México se ha convertido en un lugar muy peligroso para ejercer la defensa de los derechos humanos y el periodismo. En Chiapas en particular, con el nuevo gobierno denominado de la 4t han sido asesinados Sínar Corzo, en el municipio de Arriaga, Noé Jiménez Pablo, en el municipio de Amatán y José Luis Álvarez Flores, en el  Municipio de Palenque, sin que a la fecha se haya realizado una investigación veraz, por parte de la fiscalía del estado, que conduzca a la sanción a los responsables.

Este martes fue asesinado en el municipio de Simojovel, el defensor de los derechos humanos Simón Pedro Pérez López, integrante de la organización civil Las Abejas de Acteal, quienes llevan 24 años exigiendo justicia de la masacre ocurrida el 22 de diciembre de 1997, en donde fueron asesinadas 45 personas, incluyendo niños y mujeres embarazadas, en manos de un grupo paramilitar que a la fecha continúa con sus actividades delictivas en total impunidad, situación que evidencia, que hoy se encuentra bajo la protección y aquiescencia del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas.

En Chiapas, son muchos los defensores de derechos humanos que han sufrido el acoso y la intimidación por las actividades que realizan. Julio  César Pérez Ruíz, quien colaboraba en la defensa de los desplazados de Chenalhó, sufrió un intento de homicidio en el municipio de San Cristóbal de Las Casas, en el que resultó golpeado. En Tapachula, fue agredido por la policía estatal el defensor de migrantes Luis Villagrán, a quien se le impidió el paso para que se pudiera acercar al presidente de la república en una de las visitas que AMLO hiciera en esa ciudad. Diego Cadenas, Director del Centro de Derechos Humanos Ku´untik, responsable de la defensa de desplazados indígenas de Chenalhó, Ocosingo y Zinacantán, fue interceptado por un carro sin placas, en el Libramiento Sur, en Tuxtla Gutiérrez, del que bajaron tres personas armadas, que se hicieron pasar por policías, quienes pretendieron bajarlo de su automóvil; recientemente, a través de rumores esparcidos por periodistas que cobran en palacio de gobierno, se realizó una campaña de que Diego Cadenas iba a ser detenido por el apoyo que les brinda a los estudiantes de la escuela normal de Mactumactzá.

En todas estas violaciones al derecho a defender derechos humanos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos ha guardado un consenso cómplice e indirectamente ha sido partícipe de estas violaciones a derechos que se viven en Chiapas, pues mantiene criterios selectivos en el seguimiento a las quejas y el presidente de este organismo se asume como un funcionario más del gabinete y por lo tanto al servicio del gobernador, ignorando que la CEDH es un organismo autónomo y cuya principal atribución es la de ser garante de los derechos humanos, función que incumple totalmente.

El aspecto más nocivo del presidente de la CEDH, es que promueve la estigmatización de los defensores y defensoras de derechos humanos, al catalogarlos como enemigos del gobernador o adversarios políticos del gobierno, situación preocupante, ya que con ello deslegitima el trabajo de la defensa de derechos humanos y aumenta las condiciones de vulnerabilidad entre los defensores y defensoras.

Los asesinatos e intimidaciones que se vive en Chiapas en contra de los defensores representa un incumplimiento en la responsabilidad del Estado, de prevenir, respetar, garantizar y proteger los derechos humanos, y son varios funcionarios que pueden ser sometidos a juicio como responsables de los delitos de acción, omisión y aquiescencia cometidos en contra de activistas y defensores de derechos humanos.