El principio de Peter en el gobierno de Chiapas

Editorial
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A la mitad del camino en la gestión gubernamental, lo ideal sería que el gobierno evalúe objetivamente los resultados obtenidos y a partir de ahí, tomar las decisiones pertinentes para mejorar el desempeño de la administración. Los informes de gobierno no representan un buen instrumento de evaluación, a menos de que hayan comparaciones, autocríticas y se realice un ejercicio de problematización de las condiciones socioeconómicas de la entidad.

La tradición política en el país, convirtió a la actividad de los informes en el día de los gobernantes. Son actos oficiales de lucimiento personal y de autoelogios, en donde se hace énfasis en las acciones cuantitativas pero se omite profundizar en los resultados cualitativos; aquí lo que importa es el número, como un dato más y no el impacto que se tiene en los cambios y la transformación social de los contextos.

En el gobierno de Chiapas es imprescindible realizar una evaluación situacional, porque hay indicios que señalan de que existen dificultades para entender la complejidad de la problemática social en la entidad. Esto se acrecienta, porque no hay correspondencia entre los perfiles de los funcionarios con las funciones básicas que desempeñan las distintas dependencias. Muchos de ellos llegan a aprender y Chiapas ya no está para el ensayo-error, sino para la toma de decisiones que mejore los resultados.

Si las pretensiones del gobernador Rutilio Escandón son continuar en la política y aspirar a otros cargos en el país, entonces debe construir, en un corto plazo, el gobierno adecuado para Chiapas. Sobre todo, porque le tocó jugar con la responsabilidad de la transformación y en este momento le queda debiendo a Chiapas, en virtud de que los resultados del gobierno son nulos. En este sentido, de nada sirve un aparato publicitario, que anuncia que todo va muy bien, si esto no va acompañado con el respaldo y reconocimiento de la ciudadanía.

En las estructuras administrativas se suele hablar del principio de Peter. Esto es una relación que existe entre el desempeño adecuado en un puesto con el nivel de incompetencia. Es decir, que un desempeño adecuado puede permitir a los empleados ascender a los cargos directivos, hasta alcanzar un  nivel de responsabilidad en que se es incompetente.

El principio de Peter, bien podría ser un parámetro para evaluar el desempeño de los funcionarios que integran el gabinete, porque es notorio que muchos de ellos muestran su nivel de incompetencia en las responsabilidades que les fueron asignadas. Esta situación representa a la mitad del período de gestión, el principal lastre que tiene el gobernador Rutilio Escandón, quien no tiene buenos resultados de gobierno, y pese a ello, se resiste a instrumentar los movimientos necesarios del gabinete, que permitan un cambio de rumbo.