El abandono de San Cristóbal de Las Casas

Las denuncias por los actos de violencia provocados por los “Motonetos”, organización delictiva que opera en San Cristóbal de Las Casas no debe ser echada en saco roto por el gobierno. Sobre todo porque la violencia y el enfrentamiento entre grupos de la población está sostenida por un hilo muy delgado, que por lo mismo, puede romperse en cualquier momento, y poner en grave riesgo de seguridad a la población.

La presencia violenta de los Motonetos es una alerta que obliga a la intervención inmediata de las autoridades estatales y federales, en virtud de la existencia de la presunción de responsabilidad de varios hechos delictivos, en donde se presenta la posesión y el manejo de armas de uso exclusivo del Ejército, en el que se les señala de hechos delictivos como robo a mano armada, secuestros, ejecuciones, tráfico de armas y drogas, etc.

Es un secreto a voces en San Cristóbal quienes son las cabezas de este grupo y qué autoridades municipales y estatales los protegen, de igual manera, es sabido por la población de distintas organizaciones de la delincuencia que operan en San Cristóbal y comunidades aledañas, mismas que se encuentran fuertemente armadas. Asimismo, se han realizado diferentes acusaciones de cómo estos grupos delincuenciales influyen en las elecciones al ejercer el control sobre miles de población indígena desplazada que habita en las zonas marginales de esa ciudad; a punto tal que tienen la capacidad para hacer ganar a candidatos en la presidencia y en los cargos de representación popular.

Las condiciones de inseguridad en SCLC son alarmantes, pero todo indica que eso no tiene importancia para el gobierno de Rutilio Escandón, quien no tiene establecido prioridades en la agenda pública, simple y sencillamente porque no tiene agenda pública y actúa por ocurrencias, organizando actos políticos sin relevancia alguna a través de la inauguración de calles. En el que ya rompió el record como el gobernador del Estado que más calles ha inaugurado.

Los últimos acontecimientos de violencia en SCLC, provocada por los Motonetos, tuvo como propósito el de negociar con el próximo gobierno municipal las condiciones de trabajo de la delincuencia con la presidencia, lo que implica garantías de impunidad. Situación nada halagüeña para las actividades turísticas, que se encuentran a merced de la delincuencia organizada y sin el apoyo gubernamental.

Pero los problemas de esa ciudad colonial no son solo los de la inseguridad. Sus problemas de saneamiento del agua son graves, ya que no posee ni una sola planta de tratamiento de aguas residuales, de allí la alta contaminación de sus ríos, que se convirtieron en el desagüe de aguas negras. Pero también tiene el problema de invasiones de predios, de un crecimiento urbano anárquico debido a las expulsiones de población de las comunidades, por el pirataje en el transporte urbano y hacia las comunidades indígenas que permitió la construcción de grupos de poder, etc., etc. Los inicios del nuevo gobierno despierta expectativas, sobre todo porque San Cristóbal está convertido en un polvorín.