La disputa del poder

Editorial
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Actualmente existen varios escenarios de conflicto en el Estado. Entre ellos sobresale. El conflicto entre Aldama y Chenalhó que lleva varios días de enfrentamiento, a pesar de la firma del acuerdo de no agresión. En Tila existe una inejecución de sentencia, que obliga al Estado a devolver las tierras expropiadas en 1982 al ejido, en el que se construyó medio pueblo. En Oxchuc  está pendiente la elección de autoridades municipales por usos y costumbres. El conflicto en Pantelhó y el grupo de autodefensa Machete, quienes tienen retenidos a 21 personas. La ilegalidad de los seis Concejos Municipales que se encuentran en litigio y donde la Corte va a ordenar se realicen elecciones extraordinarias. La disputa y control de la plaza en Frontera Comalapa entre grupos de la delincuencia organizada. El largo conflicto en Venustiano Carranza, con visos de irresoluble. La presencia de decenas de miles de migrantes en los municipios fronterizos y la inoperancia de los operativos de la Guardia Nacional, que sólo han servido para ganar desprestigio internacional. La exigencia de justicia por el reciente asesinato del periodista Fredy López Arévalo, que evidencia la impunidad y el desorden en la entidad.

Chiapas desde hace muchos años es un polvorín, lo desafortunado de las condiciones actuales, es que varios conflictos estallaron de manera simultánea, sin que haya mediaciones o negociaciones por parte del gobierno, lo que significa que estos conflictos se volvieron permanentes. A su vez, hay un gobierno en Chiapas que declinó en su obligación y responsabilidad de gobernar, lo que acrecienta el caos y la violencia.

La polarización está también en la disputa política, en el que está abierta la competencia de la gubernatura en el 2024: Zoé Robledo realizando proselitismo con el programa de vacunación contra el Covid 19; el diputado Jorge Llaven Abarca, que tiene copado con publicidad pagada distintos medios impresos y electrónicos, en el que se observa un derroche de dinero, situación que reafirma los señalamientos que lo involucran con grupos de la delincuencia. Eduardo Ramírez, quien tiene varios meses construyendo alianzas con grupos nacionales mientras mantiene ligas con grupos locales, en el que ya anunció que va ser candidato aunque Morena y el presidente ya hayan decidido la candidatura de  Zoé Robledo; Luis Armando Melgar, quien tiene respaldo nacional y a través del grupo de la Corona de Tapachula, ha tejido relaciones con Rutilio Escandón y le pone el yate a disposición del gobernador para que se relaje los fines de semana que pasa en Tapachula; Plácido Morales, que todos los fines de semana hace proselitismo político y filtra en los medios buscapiés al gobernador; Juan Oscar Trinidad, que mantiene sus aspiraciones a la diestra de Rutilio Escandón y no le hace al feo cargar las maletas del gobernador, pues sabe que si un hombre gris ya salió del tribunal a la gubernatura la historia puede volver a repetirse; a este escenario hay que incorporar a María Luisa Albores, quien se mantiene informada de todo lo que sucede en Chiapas y de todos los aspirantes es la que tiene mejor formación profesional.