La administración de los conflictos y no la atención y solución de las demandas de la población ha generado una inacción política en el funcionar de este gobierno.
Los intereses de los grupos de poder en disputa por el 2018, combinado con esta inacción política del gobierno, está propiciando un hartazgo en sectores de la población, que se traducen en un grito de rechazo a la figura del gobernador, a quien se le identifica como el responsable de la ausencia de rumbo y de la crisis social que se vive en la entidad, pero esta interpretación pierde de vista que el gobierno de Chiapas representa con claridad un gobierno de coalición, en el que participan como secretarios militantes del PRI, del PAN, un miembro del PRD preside el Poder Judicial y el Congreso tiene una mayoría del Partido Verde.
La situación del Estado ha llegado a un punto de relajación política, en el que a nadie le interesa apegar sus actos dentro del marco de la ley. El gobierno con frecuencia toma decisiones ilegales y hoy día cualquier grupo de personas puede obstaculizar el libre tránsito de vehículos y personas, sin que haya una sanción al respecto.
Los sucesos de protestas y violencia en algunos municipios, son síntomas inequívocos del resquebrajamiento que hay en la relación del gobierno con la población. Esto puede entenderse como una crisis de representación, en la que el gobernante ya dejó de representar los intereses de la población, pero asimismo, los partidos que integran este gobierno de coalición, mostraron su incapacidad para conducir el destino de Chiapas.
Muchas de las manifestaciones que se están presentando hoy día, no deben considerarse como parte de un impulso político de renovación y cambio en la sociedad, pues hay acciones de protesta que se mueven en extremos igualmente negativos, que difícilmente pueden considerarse como protestas legítimas; ejemplo extremo de ello fue la protesta en San Juan Chamula que derivó en el asesinato del presidente municipal o bien el secuestro del presidente del congreso local por pobladores de San Pedro Chenalhó, que orilló a una renuncia ilegal de la presidenta municipal Rosa Pérez, quien después fue reconocida por el TRIFE como la presidente legítima y que a la fecha no puede asumir las responsabilidades de su cargo.
En este sentido, con todo y los conflictos presentes hoy día en la entidad, las movilizaciones que se están viviendo representan demandas inmediatistas que no reflejan reivindicaciones a largo plazo medianamente elaboradas.
Las demandas inmediatistas, tienen poca duración aún y cuando regularmente se reciclan y parecieran demandas añejas. Este tipo de movimientos fenecen en el corto plazo y no logran transformarse en movimientos sociales que logran modificar aspectos del mundo instituido y que inclusive producen reformas significativas.
Esta situación tiene que ver con una ausencia de oposición en Chiapas, con mínima congruencia, lo que hace que las movilizaciones y protestas se tomen con una marcada desconfianza. Ello es así por una pobre cultura política en la población, lo que ha propiciado un sectarismo extremo, de reservas y descalificaciones, que dificultan una mejor organización de la protesta social y que ésta se convierta en un movimiento social de mayor alcance.
Esto hace que diariamente haya muchas acciones de protesta en todo el territorio, pero desafortunadamente se presentan de manera aislada y con pobres resultados.
Frente a esta ola diaria de protestas y conflictos, el gobierno ha asumido una actitud de indiferencia, que termina frustrando y desalentando a la población, en donde se conjuga la ira, la impotencia y finalmente aparece el conformismo generalizado, que produce el desencanto.
Las condiciones sociales en Chiapas son delicadas y el mal manejo político que existe, puede terminar atizando a la movilización, pero de igual manera, no se percibe que estas movilizaciones tengan como propósito el de mejorar las condiciones de vida en la entidad, sino que están siendo dominadas por ambiciones e intereses privados que poco o nada tienen que ver con la mejora del interés público y en la que priva las ambiciones de poder en el 2018.