Un gobierno de interinato

A Chiapas le han hecho mucho daño los gobiernos de interinato. No por algo los dos conflictos sociales más relevantes de la época actual se dieron en gobiernos de interinato: el levantamiento armado de enero de 1994 y la masacre de Acteal de diciembre de 1997; ambos conflictos tuvieron consecuencias nacionales, que produjo la sustitución de quienes se desempeñaban como secretario de gobernación y obviamente las repercusiones sociales tuvieron un impacto internacional.

Las condiciones sociales de hoy día en Chiapas son de una mayor desigualdad social que la existente en 1994 y las posibilidades de una nueva masacre, con mayores repercusiones a lo sucedido en Acteal, están latente en varios puntos del territorio, debido al abandono gubernamental y a la presencia de la delincuencia organizada, que se encuentra imbricada en muchas de las acciones de protesta que existen en las comunidades indígenas, lo que dificulta la atención de las demandas.

El abandono gubernamental que hay en Chiapas viene propiciando el avance de la delincuencia organizada, que cada día se apropia de mayor parte del territorio, y sobre la base de los hechos sustituye el papel del Estado e impone condiciones no solo a la población sino al Estado mexicano, que guarda una postura de aceptación de este estado de cosas, como si existiera un acuerdo con la delincuencia organizada para que se apropie del territorio.

Bajo estas condiciones se vive también un proceso de campaña política no solo hacia las elecciones del 2024 sino también hacia la posibilidad de establecer un nuevo interinato en la entidad. Esto ha ocasionado que en distintos momentos se ventile en la prensa nacional, como un hecho, el anuncio de la incorporación del gobernador Rutilio Escandón a un cargo en el gobierno federal, con el propósito de nombrar a un gobernador sustituto, en el que sin decoro alguno se menciona hasta el nombre del posible personaje que ocuparía el cargo de nuevo gobernador en el Estado.

Ante tales circunstancias amerita realizar la interrogante sobre qué resulta en estos momentos de mayor daño para la entidad: instalar un gobierno de interinato, que carecería de legitimidad o dejar que Rutilio Escandón concluya su gestión a la que le faltan 29 meses y dos semanas, en el entendido en que la situación en Chiapas mantiene un tendencia hacia el deterioro social y las cosas irremediablemente van a empeorar.

El gobernador Rutilio Escandón tiene en el secretario de gobernación el mayor de los apoyos. Sin embargo, debido a la disputa por la presidencia de la república, todos los conflictos en Chiapas van a repercutir en la oficina de Bucareli, lo que significa que la inacción gubernamental en Chiapas, puede llegar a afectar el proyecto político de su cuñado Adán Augusto López y más si se llegara a presentar una masacre con mayores repercusiones a lo sucedido en Acteal.