La transformación que prometió el gobierno actual en Chiapas no se observa en la forma y mucho menos en el fondo. Aquí sólo existe el discurso de la simulación que construye y difunde mentiras oficiales. Es una realidad que los asuntos públicos en la entidad no caminan por el rumbo adecuado y por la indiferencia que manifiesta el gobernador a los problemas de la entidad, todo hace prever que las cosas se van a poner peor, sobre todo por la falta de legitimidad y por la ausencia de proyectos que le den rumbo al gobierno.
Son varios anuncios que muestran que la plaza se está calentando sin que eso genere preocupación alguna en el gobierno, que continúa sin tomar las medidas preventivas de protección a la población, en donde lo más delicado y preocupante son los enfrentamientos entre los grupos delincuenciales, que cada vez son más frecuentes en distintos lugares del Estado y por el cobro del derecho de piso que la delincuencia está imponiendo en el sector comercial en varias ciudades de la entidad. Este clima de tensión y de violencia ya se vivió en Estados como Morelos, Veracruz, Tamaulipas y Guanajuato, en donde no se tomaron las medidas preventivas y la autoridad terminó siendo rebasada por la delincuencia, como está sucediendo en Chiapas.
Los dos espacios territoriales en donde las disputas son más evidentes son Frontera Comalapa y la Ciudad de San Cristóbal de Las Casas, que prácticamente son territorios sin ley, dominados por la delincuencia organizada sin que se perciba una voluntad por el Estado por restablecer el orden institucional y la aplicación de la ley, es más, la postura de abrazos y no balazos, es un mensaje oficial a la delincuencia organizada para que actúe a sus anchas y pueda deambular con descaro en las calles, bares y restaurantes, que no van a ser molestados, en el que la población es dejada a su suerte.
Resulta claro que la presencia de la delincuencia organizada no fue generada por el gobierno de Rutilio Escandón sino que tiene décadas operando en Chiapas, con un perfil diferente. Sin embargo la responsabilidad de este gobierno es inocultable debido a que no se tomaron las medidas preventivas y la atención que correspondía para evitar que llegara a la situación en la que se encuentra en este momento. Entre las cosas que no se hicieron adecuadamente fue la depuración y selección rigurosa con los controles de confianza de los comandantes de las distintas corporaciones policíacas, como del personal de la fiscalía y, fundamentalmente, la separación del poder judicial de la fiscalía, que mantiene una dependencia inaceptable, principalmente a través de los jueces de consigna.
La dimensión del problema con el cobro de derecho de piso a los comerciantes no está siendo evaluada adecuadamente ni se está midiendo las consecuencias económicas del cierre de negocios, por ello se requiere de una acción que muestre toda la fuerza del Estado, pero para eso se requiere de otro gobierno, porque el actual en Chiapas decidió ceder sus facultades, en el que sin duda, a cambio, recibe de los beneficios económicos que representa la cohabitación de las autoridades con la delincuencia organizada.
El gobierno cedió ante la delincuencia organizada
Tools
Typography
- Font Size
- Default
- Reading Mode