Hoy no hay anuncio de saldo blanco

Editorial
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Hoy no hay anuncio de saldo blanco de delitos de alto impacto de parte del gobernador, porque el saldo blanco es una ficción, alejada totalmente de la trágica realidad que se vive en Chiapas en materia de seguridad, en el que sobresale la incapacidad de este gobierno para reducir los enfrentamientos entre los grupos de la delincuencia organizada y en contra de la policía y la Guardia Nacional, como ha sucedido en Frontera Comalapa, en San Cristóbal de Las Casas, en Jiquipilas y en Ocozocuautla.

Las afectaciones a la población civil van en aumento, los grupos de la delincuencia levantaron a un abogado-empresario del estacionamiento de Plaza Cristal, a plena luz del día y se encuentra desaparecido y ayer volvió a suceder con un arquitecto, en el que su vehículo fue baleado y él se encuentra desaparecido. Con anterioridad habían levantado de una marisquería a un par de jóvenes, quienes afortunadamente aparecieron con vida.

Pero el hecho más alarmante, es la emboscada que sufrió un comandante de la policía estatal el pasado domingo en Ocozocuautla, en el que fallecieron policías y varios de ellos se encuentran hospitalizados en Tuxtla Gutiérrez, en el que la fiscalía del Estado guarda un sospechoso silencio, en virtud de que personal del hospital Gómez Maza ha comentado, que hay heridos de este enfrentamiento en ese hospital, de nacionalidad colombiana y de Sinaloa, lo que significa que nadie está a salvo..

La situación de violencia e inseguridad es crítica en Chiapas, como para que el gobernador continúe con sus actitudes de frivolidad y de indiferencia ante los problemas de la entidad y mantenga el discurso oficial de mentiras de un saldo blanco en delitos de alto impacto, cuando la propia realidad se encarga de desmentirlo.

En mucho, el crecimiento de esta violencia se debe a las decisiones del gobernador, al nombrar en la fiscalía a alguien sin antecedentes en la dependencia y sin experiencia en actividades de investigación policíaca, que para las condiciones en Chiapas son necesarias, debido a que décadas atrás se estableció un pacto, en donde los grupos podían trabajar en la entidad, pero no actuar con la desfachatez  y la ostentación y mucho menos calentar la zona, que ponía en riesgo las actividades de todos. Chiapas se convirtió en una zona de tráfico, utilizada por los diferentes cárteles, lo que comprometía a todos a garantizar la tranquilidad de la entidad, de tal manera que los negocios y los intereses de todos se realizara bajo las condiciones de todos ganan.

Esto generó que los procuradores en Chiapas fueran policías, más que jurisconsultos, y la regla se cumplió, excepto en el inicio del gobierno de Juan Sabines Guerrero, que terminó con la burla de la cocaína convertida en lactosa y en el gobierno de Rutilio Escandón, en donde la delincuencia está desbordada, sobre todo porque el pacto se rompió y es previsible una mayor violencia, ante una inoperancia de la fiscalía y un gobernador que no entiende el nivel de las responsabilidades de su función.