La ausencia de planeación urbana en Tuxtla

Editorial
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En días pasados dos estudiantes de la UNACH fueron atropellados en el Boulevard Belisario Domínguez,  enfrente de la universidad, al momento de descender del colectivo. Este lamentable accidente, obliga a realizar una reflexión sobre el diseño de ciudad que está viviendo Tuxtla Gutiérrez, que deja de lado al peatón y privilegia a los vehículos automotores, convirtiendo a las avenidas principales de la ciudad en vías rápidas, que dificultan a las personas atravesar estas avenidas, que aún y cuando existan puentes peatonales, estos no son suficientes y no están pensados para personas de la tercera edad, mujeres embarazadas y personas con dificultades para caminar.

Tuxtla Gutiérrez ha sufrido un grave retroceso en su relación con los peatones, en el que olvida que la ciudad es el espacio público habitado por ciudadanos, mismos que están fuera de las preocupaciones tanto del gobierno municipal como del gobierno estatal, quienes han destinado recursos para obras, no pensadas en la mejora de la vida de las personas sino en la de la circulación del transporte, que no necesariamente beneficia a los peatones, quienes paradójicamente son sometidos a riesgos de accidente.

La planeación urbana de Tuxtla Gutiérrez no es la adecuada, fundamentalmente por la falta de avenidas que atraviesen de oriente a poniente la ciudad, en el que el Boulevard Belisario Domínguez es la única que atraviesa la ciudad y está convertida en una vía rápida que dificulta a las personas cruzar la avenida caminando. Y más con los arreglos al camellón, realizados por el gobierno anterior, que impide el paso peatonal-

Son muchas personas atropelladas en las vías rápidas en que se convirtieron las avenidas en Tuxtla. Ejemplo de ello son los estudiantes atropellados enfrente de la universidad; pero cuando las personas tienen necesidad de atravesar cualquiera de los dos libramientos de esta ciudad, es que uno se da cuenta en que las obras no están pensadas en los peatones, que por cierto, con mucha regularidad, sufre de atropellamientos en estos libramientos, sin que el gobierno municipal o estatal, asuma la parte de la responsabilidad que le corresponde, al no prever los pasos adecuados de los peatones, sin que sean expuestos a sufrir un accidente.

La ciudad es de los ciudadanos, de las personas que habitan este espacio público y común, no de los vehículos automotores; pero esto no lo entienden las autoridades y menos el secretario de obras estatal, que ha convertido el programa de obras del gobierno en su plataforma electoral, en el que pomposa y ridículamente se promociona como el Ángel de Chiapas, sin darse cuenta que la construcción de vías rápida y de puentes vehiculares no son compatibles con la seguridad de las personas, que requieren de una ciudad que sea incluyente y amigable y no una ciudad que reproduzca las condiciones de desigualdad social.