Con el respaldo del PRI a Xóchitl Gálvez, prácticamente se definió la candidatura a la presidencia de la república del Frente Amplio Por México, aún y cuando la aspirante del PRI, Beatriz Paredes, haya insistido en llegar hasta el final de la consulta directa programada para el próximo 3 de septiembre. Esta decisión se tomó por la clara ventaja de 15 puntos de diferencia en las encuestas que favorecen a Xóchitl Gálvez, que hacen irreversible el triunfo. En este sentido, el presidente del PRI manifestó que se debía actuar con inteligencia y con estrategia y definir el apoyo a quien tenía la ventaja en las encuestas.
La decisión de interrumpir el proceso interno del Frente Amplio por México, tiene el costo político, que desde la conferencia mañanera, el presidente fustigue con su discurso de que todo fue una farsa y que todo estaba definido por Xóchitl Gálvez, pero a la vez, de continuar con el proceso interno de selección, se abría la posibilidad de un intervencionismo gubernamental en la consulta, que echara al traste con todo el proceso, al provocar un conflicto mayúsculo en donde una candidata ganara la encuesta y la otra obtuviera el triunfo en la consulta, situación que podía llegar a presentarse, por la manera en que creció el registro de votantes en el proceso y el registro de firmas a favor de Beatriz Paredes.
En todo el proceso, e inclusive antes de él, se puede observar una injerencia presidencial para modificar los ánimos entre los activistas y seguidores del Frente Amplio, en el que desde las mañaneras se insiste en que Xóchitl Gálvez es la candidata de una oligarquía dirigida por una serie de personajes que el propio presidente los convirtió en sus enemigos personales, y que con su discurso pretende que sean enemigos del pueblo al que él diariamente convoca y que a través de un sistema de bots, puesto al descubierto con anterioridad, el gobierno bombardea y reproduce diariamente este discurso en las redes sociales.
El mayor desfiguro del proceso se observa cuando el propio presidente, en la conferencia de ayer, le echa una porra a Beatriz Paredes, en el que orienta su preferencia y su intención personal del voto hacia una de las contendientes en el proceso interno de la oposición, que evidencia la tendencia de apoyar una candidatura a la que resulte cómoda derrotar en la contienda nacional. Pero a su vez, no se puede echar en saco roto, toda la campaña negra emprendida en contra de Xóchitl Gálvez desde las conferencias mañaneras, que obligó a las autoridades electorales a imponer medida cautelares al presidente, de abstenerse a continuar con este discurso de descalificaciones, que peligrosamente continúan.
La definición de candidatas llegó a su fin, de donde saldrá la primera mujer presidenta de México, porque en el proceso interno de Morena, la preferida del presidente siempre fue Claudia Sheinbaum, y todo ese proceso de asambleas en todo el país se realizó para que Sheinbaum fuera conocida a nivel nacional, al ser un personaje circunscrita al ámbito regional de la Ciudad de México.
Mujer, la próxima presidente de México
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