El viernes falleció el Profesor Germán Jiménez, un luchador social que encabezó el movimiento maicero en los años 80s, que representa quizá el último movimiento social reivindicador del campo en la entidad y cuya lucha se debió a que en Chiapas se pagaba el maíz a un precio menor a como se pagaba en los Estados maiceros del norte del país. La diferencia del pago era de 10 centavos por kilo y por esta reivindicación, a todas luces justa, y que entrañaba una discriminación hacia los productores del sur, Germán Jiménez fue encarcelado y ahí estuvo varios meses detenido junto a otros dirigentes de ese movimiento campesino.
Pese a la represión vivida en carne propia, el profesor Germán mantuvo siempre el espíritu reivindicador de las actividades del campo, con una lucidez y un conocimiento de lo que se debe hacer para mejorar las condiciones de los trabajadores y productores agrícolas. Sobre las condiciones del maíz, en particular, tenía un conocimiento extraordinario, que lo convertía en una autoridad sobre todos los demás, y su voz tenía una relevancia superior, aunque en muchas ocasiones, las autoridades de Chiapas no atendieron sus recomendaciones, a pesar del deterioro agrícola de la entidad y la baja producción del maíz, que prácticamente convierte a Chiapas en una entidad deficitaria de este grano básico para la alimentación de la población.
Con su partida, se va una tradición de la lucha política, no fácil de superar, que se hace cada vez más necesario ante la falta de recursos al campo, en donde estos recursos están siendo mal distribuidos con la puesta en marcha del programa sembrando vida, en el que se destinan 15 mil millones de pesos anuales en beneficio de 81 mil productores de la entidad, dejando en el abandono a más de 700 mil productores, siendo los más afectados los productores de maíz, café y palma africana., que ante la falta de una banca de desarrollo, están dejando de producir sus tierras.
En los tiempos del movimiento maicero, Chiapas producía más de un millón de toneladas de maíz, en este año, la producción de este grano no llega ni a la mitad de lo que se producía, lo que pone en riesgo la soberanía alimentaria y lo que puede llegar a producir hambruna en el campo, debido a que hoy día es más cara la producción de una tonelada de maíz a lo que en realidad se paga. Esto ha conducido a que México destina más de 5 mil millones de dólares para la importación de maíz, sin que el gobierno analice que el precio más barato del maíz es el que se produce en el campo mexicano, pero sin los apoyos necesarios no es posible reactivar la producción agrícola.
De Germán Jiménez se pueden decir muchas cosas y sin duda, pueden haber opiniones encontradas, pero los que fueron sus amigos y convivieron con él conocen de su verticalidad y su congruencia y se le reconoce que hace falta en estos momentos tan difíciles para el país y particularmente para Chiapas.
Falleció Germán Jiménez
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