En Chiapas existe un régimen de impunidad casi absoluta, la evidencia de esto se encuentra en el crecimiento de la desaparición forzada de personas, en donde se ha señalado que elementos policíacos participan en estas desapariciones, en el que se aparenta una detención, quienes después entregan a las personas a los grupos de la delincuencia organizada y muchas veces aparecen los cuerpos con evidencia de tortura y ejecutados, sin que la autoridad investigue los sucesos y sin que cumpla con el derecho a saber de lo familiares, con quienes la autoridad está obligado a proporcionar información.
La desaparición de personas es un crimen en donde se presenta una connivencia entre autoridades y delincuencia organizada, y en donde se reproducen los patrones de impunidad, ocasionando desgarres profundos en las familias, que no saben en donde se encuentran sus familiares y muchas veces los padres fallecen sin saber en qué lugar se encuentra el cuerpo de sus hijos, situación que produce sufrimientos e incertidumbre y que demuestra el incumplimiento del Estado, al no establecer políticas de prevención y erradicación de la desaparición forzada de personas.
Junto al crecimiento de la desaparición forzada de personas se presume que existe una participación de cuerpos policíacos como sucedió en el caso de una persona que fue levantada en el estacionamiento de Plaza Cristal, en el Boulevard en Tuxtla Gutiérrez, persona del que se desconoce su paradero y donde incluso se señaló el nombre del comandante que participó en esa presunta detención, pero la fiscalía del Estado guarda un silencio cómplice, que le apuesta al olvido. Lo mismo sucedió con el velador de un estacionamiento en el centro de Tuxtla, que fue levantado por elementos policíacos y ya no se sabe nada; en este caso fueron desaparecidos los vídeos de las cámaras instaladas en negocios de la zona, para destruir las pruebas que incriminan a los agentes del Estado que participaron en la desaparición.
Los familiares de los desaparecidos son los que presionan a las autoridades para que se realicen las investigaciones y muchas veces llegan a realizan marchas y plantones en el que exigen la aparición de las personas. Pero estas acciones no conmueven a las autoridades y menos si hay indicios de la participación de cualquier agencia policíaca en contubernio con la delincuencia organizada. Lo grave de esta complicidad, es que cuando se ha llegado a solicitar el apoyo del C5, que tiene un sistema de vigilancia con cámaras de televisión en la ciudad, la respuesta es que se encuentran descompuestas.
Recientemente fueron desaparecidas dos personas que se encontraban laborando en un taller mecánico, uno de ellos es un menor de edad, que fue levantado junto con su padre, los familiares han realizado una intensa campaña en redes sociales para reclamar la liberación con vida de los dos e incluso se ha convocado a la realización de una marcha en Tuxtla Gutiérrez, lo que ha visibilizado la problemática de las desapariciones, así como la inacción de las autoridades en la fiscalía del Estado.
El crecimiento de la desaparición de personas en Chiapas
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