La esperada despedida

El 6º informe de Rutilio Escandón se programó para el 23 de septiembre, y ahí prácticamente será la despedida de una gestión, que prometió la transformación de Chiapas y a cambio produjo la mayor de las tragedias que pudo sufrir la entidad. Chiapas, en los años previos del inicio de la administración de Escandón Cadenas ya traía un déficit social, pero éste en lugar de subsanarse se profundizó en los últimos seis años, a punto tal, que los mayores ingresos en la entidad se deben a  las remesas del exterior y a las actividades de la delincuencia organizada, fundamentalmente del tráfico de personas y el narcotráfico.

La promesa de la transformación fue incumplida, debido a la falta de proyecto y de talento de la autoridad. Esto pese a que desde la presidencia de la república se mencionó que este sería el sexenio para Chiapas, pero nunca se dijo para qué, y la entidad fue entregada en poder de la delincuencia organizada, que se mueve en la impunidad en gran parte del territorio y que mantiene una guerra entre los cárteles por el control de los espacios y de las redes de macrocriminalidad, en donde participan activamente funcionarios públicos y empresarios.

El presidente López Obrador le quedó a deber a Chiapas y es claro partícipe de la ineptitud generalizada en el gobierno de Rutilio Escandón, quien debió de haber dejado la administración años antes y no cuando el daño está realizado. Esto se señala en virtud de que después del 6º informe de gobierno, en cualquier momento se puede presentar la licencia, sobre todo, porque existe una invitación de la presidenta electa para incorporar a Rutilio a la administración pública federal, en donde se premia la corrupción y la incapacidad y donde se da un golpe a las aspiraciones de muchas personas que buscan ser incorporados a los altos puestos del gobierno a partir de los méritos y trayectoria.

Los nulos avances en la entidad no van a estar presentes en el informe sino que se continuará privilegiando la mentira y los datos maquillados que han hecho de Chiapas la entidad de la república más segura, cuando se vive una guerra y todos los días se tienen noticias de homicidios dolosos o feminicidios, y con bastante frecuencia de desapariciones forzosas y ejecuciones extrajudiciales. Previo al 6º informe de gobierno, se tiene la presencia de López Obrador, en su última gira a Chiapas como presidente de la república, en el que pretende inaugurar obras como el puente de la Torre Chiapas y el Parque Bicentenario y obviamente, como lo hace el presidente, va a elogiar a Rutilio Escandón y lo va a ponderar como el mejor gobernador de Chiapas, aunque todos sepan que eso es mentira.

Pero la visita presidencial puede ser manchada por la marcha por la paz que convoca la Iglesia para ese mismo día en Tuxtla Gutiérrez, en el que se va a exhibir el malestar de la población por la inseguridad, debido a la complicidad de las autoridades con la delincuencia organizada y al fracaso de la política de abrazos no balazos, encabezada por la presidencia de la república, que convirtió a Chiapas en un territorio de la narcoviolencia y que hoy urgentemente requiere de la paz.