Si alguien pensó que después del gobierno de Juan Sabines no podía haber nada peor para Chiapas se equivocó. El gobierno de Manuel Velasco resultó peor en todo. Lo indicadores económicos así lo indican y el crecimiento de la pobreza en la entidad lo confirman.
La corrupción del gobierno de Sabines parecía insuperable pero hasta en eso fue superada. Aquí la lista de los funcionarios enriquecidas por el gobierno de Velasco Coello es larga; a grado tal, que la complicidad los unió y se pusieron de acuerdo para crear una bolsa para financiar la campaña del 2018, en la que los funcionarios de la cofradía del “Güero”, empezaron a depositar parte de los diezmos y de los beneficios obtenidos por el servicio público. Ellos, en su corta, pero fructífera carrera política, entendieron que si ninguno de ellos salía beneficiado con la gubernatura, debían de contar con una cantidad nada despreciable, para ponerla al servicio del candidato y con ello no solo asegurar inmunidad sino refrendar la posición política en el nuevo gobierno.
La cantidad ahorrada con los diezmos supera los mil millones de pesos, lo que les permite tener dinero suficiente para ganar la gubernatura. De allí que la cancelación del financiamiento para los partidos, aprobada por el Congreso, resulte una trampa, que deja descobijados a los demás candidatos.
El fútbol nunca les interesó a estos muchachos, que abandonaron al equipo jaguares a su triste suerte, pero de pronto se dieron cuenta que el fútbol había servido con anterioridad de pretexto, para lavar dinero, y de inmediato hicieron los arreglos para traer a la capital un nuevo equipo, en el que Jorge Betancourt, el impoluto secretario de obras, aparece como propietario. Y es así como parte del dinero del diezmo que reciben por las obras en Chiapas se lava a través del estadio y de otros espectáculos públicos que tienen pensado promover, como la realización de peleas de box.
Manuel Velasco en estos cinco años no ha mostrado talento ni inteligencia para gobernar, pero ha demostrado que se rodeó de un grupo de lo mejor en la función de depredadores del presupuesto, quien muchos de ellos no tenían nada, pero en muy poco tiempo se convirtieron en verdaderos magnates.
El despilfarro, la corrupción y la impunidad son la herencia de este gobierno, que continúo y superó las prácticas del anterior gobierno, y que tienen a la población chiapaneca en el peor viacrucis de la historia.
El infortunio para la población es que faltan 14 meses para que concluya este malogrado gobierno, y los cierres de carretera se van a incrementar en todas las regiones, porque no hay respuesta para las demandas de la gente y junto a este problema social se encuentra el compromiso de la reconstrucción, en el que no existen funcionarios en este gobierno que tengan talento y credibilidad, para sacar adelante esta tarea.
Lo peor que podía suceder para el debilitado espíritu chiapaneco, es que se llegara a pensar que el gobierno de Sabines fue mejor que el de Velasco Coello y lamentablemente ya se dice: Manuel Velasco es lo peor que podía sucederle a Chiapas.
