Manuel Velasco en su desesperación por tener bajo control el proceso electoral, perdió todo sentido de la cordura política. En un gesto deleznable dio instrucciones para que se persiga judicial y políticamente a uno de los aspirantes del PRD a la gubernatura, situación que ensucia ese proceso y provoca claras violaciones a los derechos políticos de la población chiapaneca.
El gobernador de la entidad reproduce la misma cultura autoritaria del PRI y no entiende que las elecciones son un proceso que le permite a la población elegir libremente a sus gobernantes. Con la persecución que inició en contra de José Antonio Aguilar Bodegas, Velasco Coello está impidiendo esa libertad del ciudadano que tiene para elegir.
De igual forma, con esa persecución, el gobierno está impidiendo la libre expresión de la voluntad de los electores, quienes tienen derecho de reunión, libertad de asociación, libertad de pensamiento, derecho a la manifestación, derecho a la participación política, pero sobre todo, está generando condiciones de inequidad, en virtud de que las elecciones no se están dando en las mismas circunstancias de igualdad que establece la ley…
La afectación o restricción de estos derechos representan una violación de los derechos humanos y la protección de los mismos se encuentra en la constitución y en los instrumentos internacionales como es la Convención Americana de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU, del que México forma parte y por lo tanto el Estado Mexicano está obligado a promover, respetar y garantizar.
La persecución judicial de Aguilar Bodegas la hizo pública el pasado jueves el fiscal contra el combate a la corrupción, quien dio a conocer la existencia de una investigación donde se violó la presunción de inocencia, se expuso a un juicio sumario popular a una persona que no ha sido declarada culpable, se violó el debido proceso y la secrecía de la investigación. A la par de ello se desató un linchamiento político por parte de César Espinosa Morales, presidente del estatal del PRD, quien por su trayectoria política en los últimos quince años –caracterizada por la traición a la lucha social y de entreguismo al gobierno-, carece de toda calidad moral para emitir un juicio sobre persona alguna.
Sobre el comportamiento funesto de César Espinosa basta leer en internet declaraciones que realizó a finales del 2011 ó durante el 2012, en el que siendo del PRD, manifestaba su simpatía hacia Manuel Velasco Coello e inclusive, llegó a opinar que éste podía ser el candidato de la izquierda, con lo que no sólo traicionaba las alianzas de su partido sino que se traicionaba a sí mismo. César Espinosa ha sido un beneficiario del gobierno Verde y está sindicado por actos de corrupción en la dirección general del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos de Chiapas (CECYTECH), donde su hermana es la directora , pero donde el despacha y ejerce tras bambalinas el poder en esa institución.
Fiel a la felonía de su comportamiento, César Espinosa Morales ayer convocó a los medios a una rueda de prensa cuyo único motivo fue dar a conocer que el PRD le había negado el registro de la candidatura a Aguilar Bodegas, algo que resultó falso y que orilló al propio presidente nacional del PRD a salir a desmentir.
Pero esa situación, donde el gobierno exhibe su falta de mesura, parece no importarle, en virtud de que logró esparcir una mentira, que se difundió en las redes sociales, lo que evidencia una estrategia sistemática del gobierno para desacreditar una opción política y con ello pierde de vista en que todo su accionar es violatorio a los derechos políticos de la población.
