La Coalición “Todos por Chiapas” lo mismo pero más barato

Editorial
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El proceso electoral en Chiapas se encuentra detenido. No hay nada para nadie y eso viene generando un amplio ejercicio de especulación y de elucubraciones sin fundamento alguno, en el que muchos actores cuentan su versión cargada de pasión y de emociones pero con poca objetividad.

 

Este ejercicio especulativo se debe en mucho, a la falta de transparencia de los acuerdos políticos en los partidos, que despierta el morbo, desarrolla la invención de situaciones y muestra la verdadera dimensión de la pobre calidad de la cultura política en la población chiapaneca, en la que priva el análisis superficial y el rumor.

Esa opacidad de la política, desafortunadamente se promueve desde la oficina del gobernador, en donde no solamente existe una pérdida de relación e información institucional con los medios sino también se organizan campañas de linchamientos y se promueve el rumor y la desinformación.

En una sociedad desinformada como la nuestra, suele tener mayor credibilidad la mentira y la infamia, que la verdad misma. Y eso está permeando en las redes sociales, en donde se escriben falsedades y estas se reproducen y se consumen sin cuestionamiento, por eso las redes sociales en Chiapas no tiene la fuerza ni la presión que existe en otros lugares.

El ejercicio que prevalece en este momento es el de adivinar quienes serán los candidatos de las tres fuerzas políticas que se conformaron y se deja de lado el fondo político de la manipulación que prevalece en el proceso electoral, en el que se busca dejar sin opciones políticas a la población, en donde a los chiapanecos se le está sustrayendo el derecho que tienen a elegir libremente a sus gobernantes y se les impide la libre expresión de la voluntad de los electores. Que visto desde esa perspectiva, no tiene caso que hayan elecciones en la entidad y que menos se destinen 170 millones de pesos para los partidos políticos.

En el escenario se observa una supuesta gran fuerza electoral con la coalición PRI-Verde-PANAL-Mover a Chiapas-Chiapas Unido, que en apariencia le estaría dando el triunfo a la gubernatura, pero se deja de lado las confrontaciones y los enconos, de los militantes de estos partidos, que en los últimos cinco años se ha fomentado en el ámbito municipal, lo que ha ocasionado enfrentamiento y hasta muertos, como  sucedió en San Juan Chamula, Chenalhó y Oxchuc.

Lo grave es que esa coalición oficialista de partidos no se discutió entre las dirigencias de los partidos firmantes, quienes firmaron la carta de intención de alianza sin haberla siquiera leído, porque simplemente no fueron invitados a su discusión y menos al acuerdo. Esa alianza se acordó cupularmente entre los enviados por los partidos nacionales con el gobernador de la entidad y a los líderes de los partidos se les llamó sólo para que la firmaran. El descaro de ese acuerdo llegó a tal grado, que los líderes de los partidos coaligados firmaron la carta de intención, afuera de las oficinas del IEPC, sobre  el cofre de un automóvil. Así de trascedente es ese acuerdo político, que fue firmado por la total y absoluta irresponsabilidad de los líderes de los partidos, que a las ocho de noche no sabían en qué términos iba la alianza y con cuales partidos y a las once de la noche la estaban firmando.

Esa “super alianza” nació fracturada, debido a que en el ámbito municipal los pleitos entre los priistas y los verdes son reales, y a eso hay que agregarle que personajes ridículos, arribistas, ignorantes y demagogos, como Enoc Hernández Cruz y Fernado Catellanos Cal y Mayor, ya amenazaron con registrarse para contender como gobernador en esta coalición que representa lo mismo pero más barato.