El día de ayer un grupo de desplazados del Ejido Puebla de Chenalhó, inició un plantón en el parque central de Tuxtla Gutiérrez, en protesta al incumplimiento del Estado a compromisos internacionales firmados respecto a la atención de los desplazados internos.
Tal parece, que nadie le ha informado al gobernador, que es obligación internacional del Estado suministrar a los desplazados alimentos indispensables y agua potable; cobijo y alojamiento básicos; vestido adecuado; y servicios médicos y de saneamiento indispensables.
Además el Estado debe garantizar la seguridad de los desplazados, a quienes se les protegerá de penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes y otros ultrajes a su dignidad personal.
Ambas situaciones han sido incumplidas por el gobierno chiapaneco, quien lleva más de un mes sin proporcionar alimentos a las familias de desplazados. Esta conducta omisa por parte de la autoridad estatal, está produciendo un trato inhumano y degradante, que obligó a los desplazados a establecer un plantón para exigir el cumplimiento de los compromisos del Estado con los principios rectores de los desplazamientos internos de la ONU.
El conflicto de los desplazados ya no es por problemas religiosos, políticos o electorales, sino que se convirtió claramente en un problema de ayuda humanitaria, que ocasionó 11 muertos por distintas causas.
Lo grave de este problema, es que ningún gobierno, desde el año de 1994, ha querido resolver los problemas de Chenalhó, ocasionado por la presencia de los grupos paramilitares, que produjo en diciembre de 1997, la masacre de Acteal, sin que a la fecha se haya hecho justicia.
La presencia de los desplazados en Tuxtla Gutiérrez es una llamada de atención a un gobierno, que se caracteriza por no atender los problemas, así como por incumplir con los acuerdos y las minutas que firma.
En ese grupo de desplazado hay una mayoría de niñas, niños y adolescentes, situación que debiera obligar a las autoridades de los tres niveles de gobierno a intervenir de inmediato, en virtud de que la condición de desplazados les está ocasionando violaciones al derecho a la educación, a la salud y les provoca daños psicoemocionales. Todo ello les está ocasionando daños que pueden ser irreversibles para el proyecto de vida.
Lo extremo de la situación tensa que se está viviendo, mostró varias protestas el día de ayer, que evidencia la ineficacia en la atención a la problemática social del gobierno, situación que augura un incremento de la protesta en pleno ejercicio de cambio de poderes.
