Organizaciones no gubernamentales (ONG) manifestaron su “preocupación” sobre la propuesta de crear una “fuerza policíaca altamente especializada”, entre cuyas prerrogativas estaría impedir que migrantes indocumentados y traficantes de personas crucen México, lo que a menudo ocurre “con la ayuda de funcionarios corruptos”.
En un comunicado conjunto, las ONG y albergues de indocumentados que a menudo denunciaron y combatieron las medidas antiinmigrantes implementadas durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, señalaron que de llevarse a cabo la medida propuesta por el virtual senador Alfonso Durazo Durazo, “no sólo se atentaría contra el derecho de las personas a migrar, sino que aumentaría el número de violaciones a derechos humanos de esta población”.
En verano de 2014, Peña Nieto puso en marcha el llamado Programa Frontera Sur –diseñado por la Secretaría de Marina (Semar)–, que consistió en un drástico incremento de los operativos contra los migrantes centroamericanos que huyen de sus países y atraviesan México para llegar a Estados Unidos.
Desde que Peña Nieto asumió la presidencia de la República, las autoridades migratorias detuvieron a 653 mil migrantes centroamericanos, entre ellos 138 mil niños, y deportaron a nueve de cada diez, sin preguntarse siquiera qué ocurriría con sus vidas al regresar a sus comunidades de origen, muchas de ellas azotadas por la violencia.
En su comunicado, las organizaciones repudiaron una política “que tenga en el centro la seguridad fronteriza, pues contar con una policía fronteriza –abundaron– no es una medida humanitaria y no garantiza una mejor calidad de vida para estas poblaciones”.
De igual manera, señalaron que las declaraciones de Durazo van en sentido contrario a lo expresado por el virtual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador –que eligió a aquel para encabezar la Secretaría de Seguridad Pública (SSP)–, quien prometió defender “a los migrantes de México, de América Central, de todo el continente americano, y a todos los migrantes del mundo que por necesidad tienen que abandonar sus pueblos para irse a ganar la vida a Estados Unidos. Es un derecho humano que vamos a defender”, reiteró el tabasqueño.
Las declaraciones de Durazo ocurren a dos días de la visita a México de altos funcionarios del gabinete del presidente estadunidense Donald Trump, entre ellos Mike Pompeo, Kirstjen Nielsen y Jared Kushner, respectivos secretarios de Estado y de Seguridad Interna, y yerno de Trump.
El próximo viernes 13, esos funcionarios se reunirán de manera “informal” con López Obrador, Marcelo Ebrard Casaubón –futuro canciller–, Durazo y otros integrantes del gabinete de transición del próximo presidente de México.
El tema migratorio necesariamente se abordará en el encuentro, aunque ayer López Obrador indicó que no hablarán sobre el muro fronterizo que el magnate pretende erigir en la frontera de Estados Unidos con México.
Hoy, el diario The Washington Post reportó que la administración de Trump busca concretar un acuerdo migratorio con el gobierno de Peña Nieto antes de que éste abandone la Presidencia.
Dicho acuerdo convertiría a México en la primera “puerta de entrada” de Estados Unidos para los solicitantes de asilo y refugiados. Según el reportaje, el magnate anhela a que López Obrador valide ese acuerdo una vez en el poder, y la administración de Trump estaría dispuesta a apoyar económicamente a México para implementarlo.
No sería la primera vez que el gobierno estadunidense pague al gobierno mexicano para financiar políticas públicas que siguen sus intereses: a través de la llamada Iniciativa Mérida, por ejemplo, aportó recursos para la llamada “guerra contra el narcotráfico” y dotó a las autoridades migratorias de tecnología de punta en la frontera sur para impedir el paso de migrantes centroamericanos.
