Más allá del videoescándalo

Editorial
Typography

Lo que era una sospecha terminó por confirmarse el día de ayer: en Chiapas se desvió re-cursos para financiar actos de campaña de López Obrador y el conducto que se utilizaba era el de uno de sus hermanos. No por algo Juan Sabines y Manuel Velasco, dos malogra-dos gobernadores de Chiapas, gozan de impunidad y colaboran para el proyecto de la 4t.

La defensa que hace de sí mismo David León, quien es el conducto que utilizó el go-bierno para entregar los recursos al hermano del presidente, lo pone en un mayor aprieto, debido a que busca ocultar que los recursos entregados eran públicos y se excusa de ser funcionario, y eso lo sitúa directamente en un delito mayor como es el uso de recursos de procedencia ilícita, que de existir una demanda penal por este video, la cárcel sería inevi-table, pues su condena sería por delincuencia organizada y lavado de dinero.

Pero este asunto requiere obligatoriamente una investigación mayor, porque el uso de estos recursos no exime de responsabilidades a Rutilio Escandón, que siempre fue un protegido de Pio López Obrador, pues éste necesariamente tuvo conocimiento de la en-trega de estos recursos. En este sentido es imposible no recordar el momento en que se dio a conocer que el hoy gobernador de Chiapas había salido ganador de una supuesta encuesta que nunca se aplicó en la entidad, y la celebración del logro de la candidatura se realizaba en un restaurant villaflorense, a la salida de San Fernando, a la altura del frac-cionamiento Don Ventura, en donde Rutilio Escandón se encontraba a lado del hermano del presidente.

En el video de la entrega de recursos se escucha claramente el ofrecimiento para los ac-tos de campaña, algo que en realidad sucedería después, en la campaña del 2018, en don-de el gobierno de Chiapas sufragó los gastos de los eventos de campaña del candidato en la entidad, gastos que nunca fueron reportados en su totalidad al INE, pues los reportes de fiscalización entregados por MORENA a esa dependencia representan una mínima cantidad comparado con lo que realmente se pagó con recursos del gobierno de Chiapas.

Las complicidades del gobierno de Chiapas con AMLO se hicieron públicas en la gira que realizara el hoy presidente a la entidad en febrero del 2017, en donde todo el evento del parque de la juventud lo realizara el propio gobernador, en donde se manejaron re-cursos sin límites y los precandidatos Rutilio Escandón, Zoé Robledo y Plácido Morales contaron con recursos públicos para movilizar a sus seguidores; en ese día el poder lo mostró don Fernando Coello Pedrero, abuelo del gobernador, quien movilizó a 10 mil campesinos con playera y gorra con su nombre. En ese evento el candidato jamás hizo referencia al gobierno de Chiapas y no hubo ninguna crítica de su parte al gobernador, con quien sin duda, ya traía compromiso, mismos que se hicieron evidente en el reparto de candidaturas en la elección del 2018, en donde los verdes se quedaron con la mayor tajada.

Ahí mismo se acordaría la candidatura de Rutilio al gobierno del Estado, no porque fuera el mejor candidato sino porque resultaba el más frágil de derrotar, era a quien se le podía ganar en las urnas con cualquier candidato, como se pudo observar con la candida-tura emergente de Fernando Castellanos, que en pocos días de campaña remontó lo reali-zado por Rutilio Escandón o bien a través de la comparación de los votos obtenidos por Eduardo Ramírez al senado, quien obtuvo 400 mil votos más que el candidato a la guber-natura Rutilio Escandón.

El videoescándalo de la entrega de dinero al hermano del presidente tiene mar de fondo, en el que es necesario investigar, porque la sociedad chiapaneca tiene el derecho de saber la verdad, sobre el desvío de los recursos públicos para las campañas electorales, y más aún, en la compra de protección personal que los exgobernadores Juan Sabines y Manuel Velasco realizaron con dinero de Chiapas.