Llaven Abarca candidato a una investigación policial

Editorial
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La consulta popular de este 1º de agosto que se promueve en Chiapas tiene una gran paradoja: Jorge Luis Llaven Abarca es su principal promotor  y es un exfuncionario al que aplicarle la ley por los múltiples agravios y delitos que cometió en su carrera policíaca, pero fundamentalmente por su desempeño como fiscal general del estado, en los dos primeros años de la administración de Rutilio Escandón, en el que comandantes de la policía ministerial bajo el mando del fiscal, fueron señalados en su participación de secuestros, asaltos y tráfico de drogas, además de una práctica sistemática de fabricación de pruebas para inculpar a inocentes y por las recurrentes práctica de tortura con el fin de que los detenidos se declararan confesos de delitos que no cometieron.

La fiscalía general en los tiempos de Llaven Abarca pasó de escándalo en escándalo y la procuración de la justicia en la entidad se convirtió en una pesadilla en la que nadie estaba a salvo. Muestra de ello fue el asalto que sufrió el encargado de una gasolinera, quien llevaba una fuerte cantidad de dinero, asalto que fue gravado por una de las cámaras de vídeo y que se convirtió en uno de los vídeos más vistos en las redes sociales, sobre todo porque ahí se señalaba que los responsables del asalto era personal de la fiscalía y de ese caso ya no se supo nada tuvo un por así convenir a los intereses del fiscal, pero el comandante y los ministeriales continuaron laborando con toda normalidad.

Caso ilustrativo de las violaciones fue la detención de don Gregorio, que fue sacado a golpes de su domicilio y luego acusado de ser detenido in fraganti asaltando una gasolinera, en la audiencia el abogado mostró el vídeo filmado por la familia de cómo la unidad de alto impacto lo sacó de su domicilio, el juez de ordenó la inmediata liberación e instruyó al ministerio se investigara la alegada tortura, orden que no fue cumplimentada y el personal señalado continúa laborando en la fiscalía. Pero los ataques a la víctima no concluyeron ni se cumplió con la libertad ordenada por el juez, debido a que don Gregorio inmediatamente fue aprehendido acusado por el delito de asesinato.

El caso más emblemático de la fabricación de pruebas y de delitos por parte de la fiscalía fue el anuncio de la  detención de una banda de trata de infantes en San Cristóbal, que resultó una invención de Llaven Abarca, que produjo el encarcelamiento de cuatro indígenas dedicada al ambulantaje, que forman parte de una familia ampliada que vive en el mismo cuarto, a quienes se les alteró el proyecto de vida, pues 23 niños fueron sacado del seno familiar y conducidos a las oficinas del DIF, pero que también produjo la detención del esposo de una de las detenidas, que fue asesinado en el reclusorio con claras huellas de tortura y que la fiscalía señaló que se había suicidado en la prisión.

La fiscalía destruyó a una familia ampliada, que alteró el proyecto de vida de cuatro mujeres indígenas, injustamente llevadas a prisión y que produjo el asesinato en la prisión de un inocente, debiera de llenar de vergüenza al gobernador Rutilio Escandón, quien debió de haber procedido inmediatamente en contra de Llaven Abarca, y pagar con prisión los delitos cometidos al amparo de su cargo, lo que hizo el gobernante fue premiarlo con una diputación federal y ponerlo como coordinador del partido verde en las elecciones pasadas, en el que presuntamente recibió dinero de la delincuencia organizada.

En la consulta del 1º de agosto, Rutilio Escandón deja como responsable al exfiscal Llaven Abarca, quien por su cultura policíaca de violación a derechos, convocó a los presidentes electos para darles instrucciones que debía de asegurar la participación de miles de votantes, en donde un presidente electo le preguntó que quien les daría el dinero para organizar la movilización y Llaven le contestó que ellos tenían que sufragar el operativo, teniendo como respuesta que la campaña lo dejó muy degastado y que no contaba con recursos para cumplir con el encargo, y ese personaje se retiró de la reunión, la sorpresa es que junto con él se retiraron una docena de presidentes electos, que pusieron en evidencia el liderazgo de Llaven Abarca y del gobernador y que pone en evidencia el manejo delincuencial en las formas políticas del exfiscal, quien no tiene problemas de dinero, en virtud de los pagos semanales que presuntamente recibía de manos de los grupos que operan en Chiapas.