Manuel Velasco

Editorial
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Todo un escándalo político desató la llamada telefónica del exgobernador Manuel Velasco al presidente del PRI, misma que se puede analizar desde distintas perspectivas. Una, el papel que juega Velasco Coello como un operador al servicio del gobierno de López Obrador; otra,  es la exhibición de la prueba que este gobierno es de venganzas y que busca intimidar y someter a sus opositores; una más, es el rol de víctima y perseguido del régimen que pretende jugar un tipo impresentable como Alejandro Moreno.

Manuel Velasco ha jugado el papel de operador del gobierno de López Obrador, desde antes de las elecciones del 2018, que sirvió de enlace entre el candidato y el presidente de la república. Fue este rol que jugó, lo que permitió que se violara la Constitución en el ilegal retorno de Velasco a la gubernatura de Chiapas, que lo hizo bajo el acuerdo y el respaldo de AMLO, todo con la finalidad de asumir la presidencia de la CONAGO y desde allí ser el interlocutor del presidente electo con los gobernadores de la oposición, para garantizar una transición política sin conflictos.

De igual manera, Velasco Coello sirvió de enlace entre el exgobernador Moreno Valle y el presidente de la república, para acercarle un sector del PAN al presidente y construir así la candidatura del extinto político poblano a la presidencia del PAN, de común acuerdo con López Obrador. Este mismo papel jugó Velasco Coello para acercar a Alejandro Moreno con el presidente y acordar el ascenso a la presidencia del PRI, en contra de la figura del Dr. José Narro Robles, quien desde la rectoría de la UNAM buscó presidir el PRI, lo que permitiría la construcción de su candidatura presidencial con el respaldo de sectores de académicos e intelectuales o que descomponía el proyecto imperial de López Obrador.

El uso político de la llamada telefónica por el presidente del PRI, busca derrumbar el discurso del presidente de amor y paz, en el que se ufana expresar que él no es de venganzas políticas. Con esa llamada se muestra el mensaje de intimidación y de amenaza en contra de opositores que se niegan a cumplir los designios del presidente, pero peor aún, se muestra el uso faccioso del poder, que muestra que las prácticas del viejo régimen del PRI están más vivas que nunca, prácticas que socavan la vida democrática.

La estrategia política de Alejandro Moreno al hacer pública una llamada que fue realizada en el espacio de la vida privada, muestra lo impresentable que es, pero esto lo hizo con el propósito de presentarse como una víctima del sistema y con ello recuperar simpatías en ciertos grupos de poder, después de que se hicieran públicas distintas llamadas telefónicas que representan presuntos delitos electorales y comentarios denostativo a los periodistas.

En medio de este escándalo político, en el que se exhibe al exgobernador Manuel Velasco como un operador ineficiente, hay una perversa intención de romper la alianza de Velasco Coello con el régimen obradorista, y con ello separar de Morena los apoyos que representan los diputados del Partido Verde en la Cámara de Diputados. Situación que demuestra, que con todo y sus fallas, Manuel Velasco en un elemento útil a los intereses del gobierno y de la sucesión presidencial.